La obras de rehabilitación de la pasarela de 1667 que une la Basílica con la Catedral de València, que han sido presentadas hoy, pretenden, además de sanear este espacio y poner en valor su importancia cultural y arquitectónica, aumentar el flujo de visitantes al Museo Mariano de la Basílica.

Las obras de rehabilitación del arco, un proyecto de Diego Martinez Ponce de Urrana, "empezaron a principios de año y se han basado en limpiar y sanear las vigas de madera, pintar las paredes y proteger las vidrieras para que cuando la gente pase no se apoye", según ha explicado el rector de la Basílica de la Virgen de los Desamparados, Jaime Sancho.

Sancho, quien ha explicado que la reforma clasicista que se puede admirar en la actualidad fue realizada por Vicente Gascó con motivo del primer centenario de la construcción de la Capilla en 1767, ha recordado que el puente, que tiene 1,20 metros de ancho y 7,20 metros de largo, "simboliza la unión entre la basílica y la catedral, ya que en su origen permitía el paso de los canónigos y los sacerdotes de la catedral a la basílica cuando quisieran".

Acceso al público

El rector ha incidido en que el público podrá acceder al puente, que se ha rehabilitado con motivo del Año Jubilar del Centenario de la Coronación Canónica, a través del Museo Mariano de la Basílica, ya que considera que "es una forma de poner en valor las obras que hay en el museo y que el público las conozca".

En el acto de presentación también se ha mostrado la nueva imagen de la Virgen de los Desamparados que se ha realizado con tecnología 3D.

El restaurador y responsable de la digitalización, Adolfo Ibáñez, ha explicado que "es la primera vez que se hace una copia exactamente igual a la virgen, la hemos digitalizado por partes, y para no hacer una doble de la original hemos decidido que los ejemplares que se vendan, que estarán disponibles desde hoy en la tienda de la Basílica, tendrán tamaños inferiores a la original, y en caso de quererla en un tamaño superior, se realizará por encargo".