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València

València impulsa el derribo de la Venta de Bous con la vista puesta en el Sidi Saler

La construcción se ubica en el parque natural al igual que el hotel y lleva años sin utilizarse

Imagen de la Venta de Bous de El Saler. GERMAN CABALLERO

El Ayuntamiento de València ha acelerado el procedimiento administrativo para llevar a cabo el derribo de la denominada Venta de Bous de El Saler y para proceder posteriormente a la regeneración ambiental de la parcela donde se ubica esta construcción erigida en el Parque Natural de l'Albufera y que está en desuso desde 2012.

La Junta de Gobierno Local adjudicó a finales de julio el proyecto técnico y la dirección de la obra para la demolición y posterior retirada de los residuos de la Venta de Bous por 5.800 euros a la empresa Singularq, que dispone de 2 meses para ejecutar el encargo.

El conjunto ocupa una superficie de 16.000 metros cuadrados y cuenta con ocho corrales, cuatro corraletas y una antigua vivienda que usaba el corralero. Está situado sobre el sistema dunar más cercano al mar.

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Tal como especifica la resolución firmada por el vicealcalde Sergi Campillo, dado que se ha llegado a un acuerdo por parte del ayuntamiento con la Diputación de València, propietaria de esta construcción para permutar esta instalación, “se hace necesario ir preparando una serie de actuaciones para cuando se materialice la permuta recuperar ese espacio renaturalizándolo e integrándolo en el espacio natural de la Devesa”.

Vista de la Venta de Bous de El Saler, desde la entrada principal. GERMAN CABALLERO

La parcela donde está situada la Venta de Bous de El Saler, desde el punto de vista ambiental, forma parte del ecosistema de malladas o depresión interdunar de la Devesa, y presenta actualmente dos zonas de uso diferentes.

Por un lado la vivienda que ha sido habitada por una persona encargada de su mantenimiento hasta verano de 2008, y por otro una serie de instalaciones vinculadas a la permanencia ocasional de reses así como varios tentaderos taurinos.

“El estado de abandono en que se encuentran las actuales instalaciones puede dar lugar a accidentes e incluso puede constituir riesgo de incendio por un mal uso de las personas que puedan acceder”, indica el expediente municipal

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A partir de ese momento su uso se convierte en puntual y esporádico hasta que se abandona totalmente alrededor del año 2012, sin tener por lo tanto ningún uso y en un evidente estado de deterioro.

“El estado de abandono en que se encuentran las actuales instalaciones puede dar lugar a accidentes e incluso puede constituir riesgo de incendio por un mal uso de las personas que puedan acceder”, indica el expediente municipal firmado por el vicealcalde Sergi Campillo.

En relación con la calificación de la parcela, el PGOU de València la califica como Suelo No Urbanizable, Sistema General de Espacios Libres, el PRUG no la reconoce ni en su articulado ni en su cartografía, no apareciendo en ninguno de los dos documentos y el PORN la incluye en Zona de Protección Integral.

El edificio de la Venta de Bous se sitúa junto al Camino Viejo de la Devesa por el cual discurre el itinerario peatonal del Paisaje.

El conjunto ocupa una superficie de 16.000 metros cuadrados y cuenta con ocho corrales, cuatro corraletas y una antigua vivienda que usaba el corralero. Está situado sobre el sistema dunar más cercano al mar.

La Venta se asienta también sobre la mallada del Algarrobo en donde se pueden encontrar comunidades características de saladares.

Semejanzas con el futuro derribo del Sidi Saler

El caso de esta construcción enclavada en pleno parque natural tiene mucha relación con el del Hotel Sidi Saler, el centro hotelero de 5 estrellas que el gobierno municipal, haciendo valer el criterio de Compromís y el alcalde Joan Ribó, ha condenado también a la demolición.

El Sidi está enclavado en primera línea de mar y en el parque natural,por lo que una vez ha cesado la actividad hotelera, el ayuntamiento ha denegado la prórroga del permiso y más recientemente ha rechazado el recurso que han interpuesto las concesionarias del hotel.

La postura de Compromís en este asunto está clara: el hotel tiene que ser derribado y el conjunto dunar sobre el que se levanta regenerado. Ahora bien, quien tiene la competencia para demoler esta enorme construcción es el Estado y la Demarcación de Costas, ya que es la titular del frente marítimo-terrestre, y el antiguo centro hotelero está fuera de ordenación porque se ubica justamente en esta franja de primera línea de costa.

Por eso, la demolición de la Venta de Toros cobra ahora un valor más simbólico si cabe aunque en realidad casi nadie duda de que después de una década sin uso, ya no tiene sentido mantenerla en pie.

En cambio, sobre el Sidi Saler si ha habido un encendido debate, la oposición y el PSOE, socio de gobierno de Compromís, han reclamado que se dé un uso al hotel - como residencia de mayores, por ejemplo - compatible con los usos del parque natural.

Compromís apuesta por derribar y renaturalizar toda la parcela.

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