La consolidación estructural y rehabilitación exterior de la histórica Casa del Relojero, en la calle Micalet, que está llevando a cabo la Concejalía de Desarrollo Urbano ha sacado a la luz la impronta del pasadizo secreto proyectado a finales del siglo XVIII para unir la vivienda del encargado del reloj de la Catedral con la torre del Micalet y que nunca llegó a ejecutarse. La restauración de las fachadas ha dejado a la vista el arranque del arco de piedra del pasadizo en cuyo frontal estaba previsto reubicar para una mayor visibilidad el reloj, entonces ubicado en la fachada lateral de la Catedral. El proyecto se vio frustrado por la negativa de los dueños del edificio vecino a que la estructura de piedra del pasadizo se apoyara en su propiedad.

La catedral ya contaba entonces con otro pasadizo en la calle Barxilla que conectaba la Catedral con el Palacio Episcopal. La Catedral también está unida a la Basílica por un pasadizo.

El arco de piedra del pasadizo, oculto en el interior por un gran armario, es uno de los secretos ocultos del edificio que ha visitado hoy la concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez. En las obras de consolidación y rehabilitación de fachadas se han recuperado los colores originales en ocre y verde claro de las fachadas, así como los elementos de sillería con los que se reforzó la fachada donde se iba a construir el pasadizo. Esta semana, como informó este diario, se han empezado a retirar los andamios del exterior de la Casa del Relojero, un edificio ubicado en entorno Bien de Interés Cultural (BIC) que exhibe en su fachada principal un antiguo escudo de la ciudad, también recuperado.

La primera fase de intervención en esta casa, ubicada en un entorno monumental de primer nivel junto a la Catedral y la renovada plaza de la Reina, acabará en enero, tras una segunda prórroga en el plazo de obras, adjudicadas a la empresa Lorquimur por 800.000 euros. La primera fase incluye la consolidación y rehabilitación exterior de la Casa del Relojero y la construcción de un nuevo edificio en el solar anexo que permitirá recuperar la trama histórica del entorno BIC de la Catedral y que quedará unido con el edificio antiguo. Será un conjunto únitario aunque la parte moderna quedará claramente diferenciada de la histórica. Una vez rehabilitado el edificio histórico, las obras se centran ahora en acabar la estructura del edificio nuevo.

Cubierta recuperada de la Casa del Relojero German Caballero

Para una segunda fase de intervención, aun sin plazo ni presupuesto, queda la adecuación del interior del edificio para el nuevo uso previsto. Sandra Gómez ha explicado que el espacio disponible entre los dos edificios no es suficiente para destinarlo a una dotación ciudadana por lo que su uso más probable será el de espacio de atención turística y centro de interpretación.

El de la Catedral fue el reloj oficial de la ciudad durante más de cinco siglos. Se construyó en Alemania y se instaló en 1378 en la fachada de la Catedral recayente a la calle Micalet, cuando todavía no existía la plaza de la Reina, y esta calle era el principal punto de paso desde la plaza de la Virgen.

Su estado de ruina durante años destacaba en uno de los espacios más transitados de la ciudad junto a la plaza de la Reina y el Micalet

"La casa del Relojero es un edificio emblemático muy visible junto al Micalet y la entrada de la catedral". Su estado de ruina durante años destacaba en uno de los espacios más transitados de la ciudad", ha explicado Sandra Gómez durante la visita a la zona de obras. La fachada está declarada Bien de Interés Cultural (BIC) por albergar un antiguo escudo de la ciudad, y la construcción de un nuevo edificio cuya estructura ya es visible en la manzana delimitada por las calles Bordadors, Cobertís de Bordadors, Pujada del Toledà y Micalet, como equipamiento sociocultural. Este edificio respetará las alineaciones históricas perdidas de esta parcela de 275 m² y generará en la planta baja una plaza interior de uso público.

El reloj de la catedral se encontraba en un cuerpo anexo a la torre del Micalet

El reloj de la catedral se encontraba en un cuerpo anexo a la torre del Micalet Hortensia García

La titular de Desarrollo y Renovación Urbana ha declarado que “nuestra prioridad es recuperar el patrimonio histórico y la trama histórica”. En cuanto al uso que se dará a ambos inmuebles en una segunda fase, ha apuntado que estará “encaminado a unas oficinas de atención, de información o punto cultural de interés turístico, porque el espacio que conformarán ambos inmuebles —400 m2 útiles— limita las posibilidades de una dotación pública” y, además, sería acorde con el entorno, “a las puertas de la catedral”.

Sandra Gómez en la visita de hoy a la Casa del Relojero

En esta primera fase, se ha procedido a la consolidación y rehabilitación de la estructura del edificio y se han recuperado las carpinterías originales de madera situadas en la fachada. Asimismo, se ha modificado el proyecto para mantener unas pinturas decorativas que han aparecido en su interior. La Casa del Relojero ya aparece en el libro Els murs dels Valls, datado en el siglo XVII, por lo que se sitúa su origen en aquella época. Su tipología es de casa vecinal con lenguaje clásico, que corresponde a edificios destinados a varias familias de clase burguesa.