Una brigada de operarios han iniciado este miércoles el proceso de retirada de las últimas 200 cabinas telefónicas que quedaban en la ciudad de València. Desaparecerá, de este modo, uno de los símbolos de cualquier paisaje urbano, pero que cae víctima de la evolución tecnológica. A lo largo de las próximas semanas se irán retirando entre cuatro y cinco de estos postes de comunicaciones con la idea de que, antes de Navidad, no quede ninguno o, en todo caso, un par que el ayuntamiento pretende mantener como simbólicos, pero sin uso. El resto del material será carne de chatarrería, después de haber prestado su servicio durante toda una época.

Las cabinas habían quedado obsoletas por la proliferación de la telefonía móvil y tampoco tienen un valor histórico especial. De tal manera que para Telefónica ya no eran relevantes como negocio y para los consistorios son un motivo de preocupación, puesto que su destino suele ser la vandalización. Las estadísticas de los últimos tiempos hablaban de que una cabina aún en uso podía recibir una media de una llamada semanal. En vista de lo cual se procede a su retirada. Ahora falta intentar aprovechar los puntos de conexión que dejan bajo tierra. El concejal de Agenda Digital, Pere Fuset aseguraba que "la retirada libera espacio público de un servicio degradado y en desuso, pero también abre la puerta a nuevos servicios de futuro. En València estamos abordando las posibilidades existentes y las vias de financiación para aprovechar a largo plazo la infraestructura que usaban las cabinas para ofrecer nuevos servicios smart city a la ciudadania como carga de dispositivos y paneles informativos y también para introducir sensoretica avanzada para mejorar la gestión de la ciudad”.

En España, las cabinas fueron sometidas a repetidas reformas, de tal modo que las últimas (caracterizadas por no ser cerradas con puerta) no tienen una estética interesante. Las cabinas siguen, de esta forma, el mismo camino que otras fórmulas, como los teléfonos con contador en establecimientos como cafeterías.