Los vecinos de Orriols han vuelto a salir a la calle para protestar por los problemas de delincuencia y ocupaciones ilegales que padece el barrio. Se manifestaron en varias ocasiones antes del verano y ahora han vuelto a la protesta al entender que, aún habiendo mejoras, los problemas no se han acabado. En la manifestación, en la que apenas participaron un centenar de personas, se pudo comprobar el descontento con los responsables municipales.

El barrio de Orriols es en la actualidad uno de los más inestables de València por una mezcla de delincuencia, ocupaciones ilegales, problemas urbanísticos etc. En los últimos meses la Policía Local ha puesto en marcha un plan especial que ha trasladado cierta tranquilidad a vecinos y comerciantes, pero los vecinos creen que hay que seguir avanzando. Las ocupaciones ilegales, origen de gran parte de la delincuencia, son un problema que no ve el fin, lo mismo que la degradación urbanística, uno de cuyos puntos clave, el PAI de Agustín Lara, ya ha empezado a derribarse para construir nuevas viviendas.

La intención de los vecinos es mantener las protestas hasta ver resultados tangibles a sus problemas.