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Zona verde de Russafa: Ribó pide a los no residentes que usen el transporte público

El alcalde insiste en que el aparcamiento de los barrios debe ser para los vecinos

Una calle pintada de verde en Russafa y completamente vacía. German Caballero

La puesta en marcha de las zonas naranja y verde de Russafa, que reservan más de 1.300 plazas de aparcamiento para los residentes y que ha dejado las calles del barrio semivacías, no parece preocupar al alcalde de València, Joan Ribó, que ha pedido a quienes ahora no pueden aparcar en la zona que usen el transporte público. A su juicio, los ciudadanos "deben acostumbrarse a que la zona de aparcamiento de los barrios sea para los vecinos y trabajadores", porque solo de esa manera, afirma, "se contribuye a hacer ciudades más sostenibles".

Desde el pasado lunes, gran parte del barrio de Russafa está pintado con zonas naranjas, en las que hay preferencia para los residentes pero pueden usarla también otras personas a unos precios elevados; y zonas verdes, de uso exclusivo para residentes. En total, se ofrecían 1.300 plazas, pero a día de hoy apenas se han dado 350 permisos, lo que hace que la mayor parte de las plazas de aparcamiento, calles enteras, estén vacías. Y entre tanto, cientos de personas no pueden aparcar en el barrio y tienen que salirse a las zonas periféricas.

Esto ha provocado las quejas de los vecinos, por la poca información y el retraso de las tarjetas; y también de los hosteleros y comerciantes, que temen que la gente no vaya al barrio.

Joan Ribó, no obstante, lo ve claro. Es un cambio de tendencia. A su juicio, las calles del barrio tienen que servir para aparcar los vecinos y el resto de usuarios del coche deberá dejarlo en casa y tomar el transporte público. Es la manera, dice, de hacer ciudades más sostenibles.

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