«¿ El Mercantil Valenciano tenía formato tabloide? ¿No hay límites para publicar fotos de fallecidos en portada? ¿Multaron a EMV por sacar una esquela tamaño portada en señal de duelo por el mantenimiento de los Borbones?». Y tanto que le multaron. Muchas veces. La pregunta viene a colación de una portada de 1902 en la que el rotativo (de profundas convicciones republicanas) simuló una gran esquela para dar el pésame a los españoles por la jura de Alfonso XIII como rey. La anterior, se refiere a las imágenes de fallecidos de atentados en portada. Hay muchas cosas del papel que llaman la atención a los futuros periodistas, ya en la era mayoritariamente digital. Como los tiempos verbales o algunas palabras que creen que son incorrectas como el ataque 'camicace' a las Torres Gemelas un 11-S.

Todo el grupo, tras la visita guiada. L-EMV

Un recorrido por la exposición de 150 portadas para la historia que Levante-EMV tiene en la plaza de la Reina de València da para mucho, sobre todo, para que los estudiantes de Periodismo vean cómo ha cambiado la manera de contar las cosas desde 1872 a 2022. Esta tarde, un grupo de segundo de Teoría e Historia del Periodismo de la Universitat de València, acompañados por su profesor Ricardo Pomares, recorrieron la muestra de mano de la subdirectora del rotativo, Isabel Olmos, y conocieron de cerca algunos de los principales cambios experimentados por esta cabecera desde sus republicanas raíces hasta la actualidad.

Otros de los paneles con portadas de Levante-EMV L-EMV

La guerra civil, las dos guerras mundiales, el franquismo, la transición, la lucha por la autonomía, los diferentes cambios políticos en la C. Valenciana, la riuà, la pantanà, el accidente del metro, el terrorismo etarra y el islamista, y una pandemia mundial en la que fuimos todos confinados.. Desde el Sexenio Revolucionario de aquel 24 de octubre de 1872 hasta una nueva guerra en Europa y desde un periódico sin imágenes a un ejemplar a todo color han pasado muchas cosas. Otras tantas, como la vida de estos jóvenes, están todavía por construir. Quizá sean ellos quienes lo escriban.