Ser Capital Verde Europea es un «sueño para València», según el concejal Sergi Campillo, aunque admitió que el objetivo de las políticas del gobierno local es «construir una ciudad donde ser felices; amable con las personas y habitable, una ciudad vivible». 

Aún así, conseguir la capitalidad verde supondría conseguir varios hitos. El primero ya está superado porque València ha logrado ser finalista a la primera, una situación «insólita» que demuestra «la fortaleza de nuestra candidatura». Pero si la Comisión Europea se decanta por la candidatura valenciana, sería la primera ciudad mediterránea en ganar este título. «Nos equipararíamos a ciudades del norte de Europa como Copenhague, Oslo o Hamburgo; seríamos un ejemplo para el resto del sur del continente». 

La candidatura valenciana se basa en cuatro pilares: la renaturalización de la ciudad, la apuesta por la movilidad sostenible, su compromiso climático y la integración de la huerta periurbana. Pero, además, el proyecto pone de relevancia la identidad valenciana. «Somos un pueblo consciente de nuestro patrimonio natural —, aseguró Campillo durante su intervención—. Desde hace 50 años, los valencianos y valencianas estamos reclamando conservar nuestro medio ambiente. Lo nuestro es una anomalía».

El proyecto valenciano se ha construido en base a la «Estratègia Urbana 2023» que contiene seis visiones de lo que València tiene que se en el futuro: una ciudad mediterránea, por su forma de vida; una ciudad compartida, en la que vive gente diversa; una ciudad emprendedora, con un sector privado de peso, que aporta calidad; una ciudad sostenible; una ciudad creativa; y una ciudad saludable. «Esta es nuestra visión para los próximos años. El modelo por el que estamos apostando y que queremos para el futuro».

Salvador Otero: «Ganaremos, no hay color»

Salvador Otero, director de FCC Medio Ambiente Levante I, se mostró confiado en obtener el título de Capital Verde Europea porque «no hay color, tenemos una candidatura consistente por lo que tenemos que ganar». 

Salvador Otero de FCC Medio Ambiente en su intervención en la apertura del coloquio. JM Lopez

Valenciano de adopción, reconoció que tiene argumentos para poder comparar al ser foráneo, aunque no duda en afirmar que «en València se vive muy bien». «Llegué a la ciudad hace 25 años con dos niños pequeños —, relató—. Han estudiado aquí, trabajan y tienen pareja. Yo me jubilaré en València y tengo claro que me quedaré aquí. Solo falta que los expertos de la CE nos den la razón».