El área de urbanismo del Ayuntamiento de València ha revisado el planeamiento y ha encargado a AUMSA la redacción de los Planes Especiales de Ciutat Fallera, la Malva-rosa y Castellar-Oliveral. La Junta de Gobierno Local aprobó el viernes el encargo a AUMSA para que se ocupe de redactar toda la documentación necesaria para poder tramitar estos Planes Especiales.
Desde hace varios años, el área de Urbanismo del Ayuntamiento está realizando las revisiones de planeamiento necesarias para adaptar el mismo a las necesidades de los vecinos y vecinas. En la actualidad, algunos de estos planes están obsoletos y es necesaria su actualización.
El Plan Especial Ciutat Fallera propone reorganizar las reservas dotacionales previstas por el Plan General, para dotar de mejores servicios al barrio, poner en valor y dar un uso adecuado a las edificaciones protegidas (Casino del Americano, Alquería la Torre, Alquería Els Moros), e integrar la estructura agraria existente en la Infraestructura Verde del territorio, diseñando un nuevo borde urbano. Todo ello, estará en consonancia con el proyecto de ampliación del parque de Benicalap, presentado este mismo año.
«Trabajamos para que con este nuevo Plan Especial se preserve la actividad artesana fallera, tan característica de este barrio y en paralelo se regenere económicamente la zona, se recupere espacio público para las personas y se salvaguarde el patrimonio», ha declarado la vicealcaldesa Sandra Gómez.
En el caso de la revisión del Plan Especial de la Malva-rosa se han recogido cuestiones planteadas por la asociación de vecinos y vecinas como la remodelación de la plaza 7 de Octubre y la zona verde en Vicente la Roda, la mejora de la calidad urbana de las calles actuales, la adecuación de solares para uso de aparcamiento o la apertura de una calle junto al Hospital de San Juan. En el plan especial se incluirán además las determinaciones que se establezcan en el estudio que desde urbanismo se está realizando para la regeneración de las Casitas Rosas.
En Castellar-Oliveral, debido al tiempo transcurrido desde la aprobación del Plan General de 1988, era evidente la necesidad de revisar su ordenación para poder dar solución a los problemas detectados fundamentalmente en tres ámbitos, ha afirmado la concejala. En primer lugar, la puesta en valor del trazado histórico de la trama urbana del pueblo y la preservación el patrimonio arquitectónico. E incluirá cuestiones relacionadas con la movilidad y la accesibilidad de la zona, para que el municipio sea más seguro y accesible.
