El servicio de Patrimonio del Ayuntamiento de València ha desistido en la compra de cuatro viviendas en los números 27 y 29 de la calle San Pedro, en la zona cero del Cabanyal, al estar las casas ocupadas y no haber podido acceder a las mismas para comprobar su estado y poder fijar un precio de adquisición.
Se trata de dos inmuebles considerados referentes del movimiento okupa en el barrio, propiedad de la sociedad pública Plan Cabanyal, que el ayuntamiento quería adquirir para rehabilitar y destinarlo a viviendas de alquiler asequible.
Los dos edificios anexos y de estilo modernista ubicados, además, al lado del antiguo Escorxador, rehabilitado y convertido en centro cívico y cultural del barrio, llevan más de 15 años ocupados.
El servicio de Patrimonio, con Isabel Lozano al frente, solicitó a la sociedad Plan Cabanyal una oferta de compra.
Sin embargo, al acudir los técnicos municipales a hacer las comprobaciones y corroborar el valor de tasación ofrecido por Plan Cabanyal se encontraron con que los okupas se negaron a abrirles y acceder a las viviendas pese a ser una propiedad municipal, adquirida en su día por el ayuntamiento para la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez hasta el mar.
El servicio de Patrimonio descarta por el momento la compra de los cuatro inmuebles, así al menos se acordó en la última junta de gobierno.
La sociedad Plan Cabanyal, por su parte, dado el interés mostrado por la citada delegación, va a iniciar un expediente judicial de desalojo.
La ocupación de las viviendas municipales sigue siendo uno de los problemas sin resolver del barrio del Cabanyal, donde apenas se han llevado a cabo desalojos de las propiedades.
Plan Cabanyal tiene varios desalojos judiciales pendientes, sobre todo, en los bloques portuarios, uno de los edificios donde más propiedades públicas hay y con un nivel de ocupación más alto.
Tanto el gobierno progresista de Joan Ribó, como la Conselleria de Vivienda, propietaria también de varios inmuebles en el barrio, han sido reacios a los desalojos forzosos de sus propiedades, más cuando hay menores de por medio.
Uno de los pocos casos de desalojo que han prosperado, y fue de forma pacífica, fue el del conocido como hotel de los Payasos, en la calle Progreso.
La Concejalía de Patrimonio llegó allí a un acuerdo con los okupantes ofreciéndoles, tras el incendio registrado en el edificio, un alojamiento alternativo temporal.
