El Ayuntamiento de València le ha ganado la mano a la Autoridad Portuaria de València al conseguir que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) le ceda el edificio de la antigua estación del Grao, una joya del patrimonio ferroviario del frente marítimo. El alcalde, Joan Ribó, anunció en el debate del Estado de la Ciudad que la terminal, considerada la más antigua de España, pasará a manos del ayuntamiento, que ya ha encargado la redacción del proyecto de rehabilitación para convertirla en un centro socio-cultural. El proyecto responde a la petición que hicieron hace ya más de un año los vecinos de la Asociación Grau-Port, que se movilizaron contra el proyecto de la Autoridad Portuaria de València de reconvertir la estación en un albergue para marinos. Le pedimos al ayuntamiento que reclamara la estación e impidiera que el puerto «siga comiéndole el terreno a los barrios del Marítimo».
El Ayuntamiento de València, según lo explicado por fuentes de Alcaldía, ha cerrado con Adif la cesión anticipada de la estación del Grao, uno de los edificios incluidos en el ámbito del futuro PAI Grao y adelantará su rehabilitación sin esperar a la reformulación del planeamiento urbanístico, encargado esta misma semana al arquitecto José María Tomás.
El desarrollo del PAI del Grao puede demorarse todavía varios meses. El arquitecto, adjudicatario junto con Typsa de la redacción del planeamiento del Grao en 2011, tendrá ahora que ajustar el diseño del nuevo barrio a las modificaciones introducidas por la Concejalía de Desarrollo Urbano para quitar asfalto (eliminado la prolongación de la Alameda) y ganar un gran delta verde, además de incluir la construcción de un depósito de tormentas, pieza clave para la renaturalización y regeneración hidráulica del último tramo del río, futuro Parque de Desembocadura, y objeto ahora de un plan de renaturalización y un concurso de ideas internacional.
El encargo del nuevo planeamiento a José María Tomás es fruto de un acuerdo con la empresa municipal Aumsa a la que el despacho de arquitectura y la ingeniería denunciaron por no haberles pagado la totalidad del diseño.
Una vez aprobado el nuevo diseño del Grao, Aumsa tendrá que encargar la reparcelación de los terrenos, propiedad en su mayor parte de Atitlan y el fondo británico Hayfin. Fuentes de alcaldía explicaron que la rehabilitación de la estación se adelantará a toda la tramitación del plan urbanístico. Adif no ha puesto reparos a la entrega de la terminal a la ciudad, dado que no se usa desde los años 90.
Los vecinos valoran la gestión del ayuntamiento, que supondrá para el barrio del Grau-Port, deficitario en dotaciones, tener su primer centro sociocultural, que se ubicará además en una de las zonas de mayor proyección del frente marítimo.
La estación del Grao se ubica en la calle Ingeniero Manuel Soto, frente al puerto de Valencia. Se trata de un edificio protegido, incluido desde 2003 en el Plan Nacional de Patrimonio Industrial, lo que no ha impedido su ruina, expolio y deterioro. Se construyó en 1852 según proyecto de Jame Beatty y Domingo Cardenal. Fue la tercera línea en ponerse en funcionamiento en el país después de las de Barcelona, Mataró y Madrid-Aranjuez y la única en pie.
