El Balneario de la Alameda, una concesión municipal gestionada por una empresa privada, no ha abierto hoy sus puertas. La empresa gestora acata así la orden de cierre de las instalaciones decretada por el Ayuntamiento de València tras la detección de legionela en los análisis realizados por los inspectores municipales. La orden de cierre, contra la cual la empresa titular de la concesión ha presentado alegaciones, deja en el aire el futuro de un balneario urbano único. La empresa no devolverá a los clientes el dinero de las reservas sino que generará "bonos descuentos" para consumir cuando reabra el balneario.
La empresa gestora informa en su página web de que "por resolución del Ayuntamiento de Valencia nos vemos obligados a cerrar", sin apuntar fecha para una posible reapertura. Califican la decisión de "arbitraria e ilegal" y anuncian que acudirán los tribunales para solicitar que este cierre administrativo "sea levantado cuanto antes".
Las razones sanitarias no existen, asegura el gestor, que ofrece a sus clientes la posibilidad de consultar nuestras analíticas y certificados de desinfección de las instalaciones.
El cierre se realiza porque "no aceptamos que al balneario se le trate como una piscina normal" al tiempo que apunta a posibles "razones ocultas" para el cierre.
La empresa confía en que el nuevo decreato de legionela que entrará en vigor en 2023 clarifique la situación del centro.
La empresa informa que se devolverá el precio de las reservas, experiencias y bonos pendientes a los clientes a través de la cuenta Termalista en forma de "código descuento" sin caducidad para consumirlo cuando vuelva a abrir el balneario.
El enfrentamiento de la empresa gestora del balneario viene de lejos. En mayo, el Ayuntamiento de València ya expedientó a la concesionaria por los niveles anormales de bacterias detectados. Además de los análisis del agua, la empresa y el ayuntamiento tienen un conflicto sobre el pago del canon y las reformas pendientes en el edificio (antigua Casa de la Lactancia).
