La Asociación de Belenistas de València presentará un nacimiento en el Salón de Cristal con una «vuelta de tuerca» en la escena principal. En la misma se incluye un relato nuevo, con la particularidad de que tendrá, a la hora de la verdad, dos vírgenes.
Se trata de una creación a mitad camino entre el libre diseño (con piezas tradicionales), con un toque de paradoja espacio-tempora. Un anacronismo que, al final, compone una historia que "revisa a la carta" el momento de la Natividad y que, seguramente, llamará la atención a los que acudan a contemplarlo.
La escena mostrará a una María totalmente humanizada que, tras el parto, se ha quedado dormida. Mientras el niño está despierto, es cuidado por dos ángeles y por San Francisco de Asís, quien teóricamente ha viajado al pasado para conocer de primera mano el nacimiento que, 800 años después, convertirá en el primer belén de la historia en la ciudad de Greccio. Es el guiño a la conmemoración del octavo centenario de la primera referencia a una representación escultórica del Nacimiento.
Y mientras, San José ha vuelto al trabajo. Ahora no es carpintero, sino escultor, y está haciendo una talla de una Virgen. Es decir, de su propia esposa. Y no es otra que la talla original de la Virgen de los Desamparados (su versión real, despojada de corona, peluca y manto).
Los ángeles que cuidan al niño serán, o puede que sean, los que, más adelante en el tiempo, una noche de 1414, dejarán esa escultura en una habitación de la cofradía. La que, una vez constituida para ayudar a los desamparados, locos, ajusticiados, necesitados, precisaba tener una imagen mariana, y que hicieron unos supuestos peregrinos, que eran ángeles disfrazados (así dice la tradición oral) .
Las esculturas han sido realizadas por la artista sevillana Guadalupe de Guzmán en barro policromado y tienen 35 centímetros de altura, han indicado desde la Asociación de Belenistas, impulsores de esta iniciativa que llevan preparando "desde hace cuatro años" aseguraba Gonzalo Mateu, presidente del colectivo artístico, que presentó las escenas junto al rector de la basílica, Juan Melchor.
La presencia de la patrona de València en el belén municipal es una costumbre que se repite desde el año 2016. De hecho, buscarla se había convertido en una de las costumbres. Recordaba Gonzalo Mateu que, aunque eran de pequeño tamaño se encontraban en seguida por el brillo, por lo que uno de los años complicó mucho más la búsqueda al convertirla en figura de barro en el taller de un alfarero. Ahora, sin embargo, cobra una mayor dimensión al darle el espacio preeminente con motivo del centenario de su coronación.
Y la corona también estará
No será el único guiño, puesto que está previsto que, en el pueblo, una de las casas sea un taller de orfebrería, en el que se está confeccionando la corona de 1923.
Otro de los guiños (que no dejan de ser anacronismos premeditados) será la alegoría que se hará a la Capitalidad Mundial del Diseño.
El miércoles, primera inauguración
La Asociación de Belenistas de València inicia este miércoles sus exhibiciones públicas con la inauguración del belén del centro comercial Nuevo Centro, que será de acceso gratuito y cuya inauguración, junto con la iluminación de Navidad, tendrá lugar a las 19 horas.
