La implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de València ha sido incluida en las previsiones presupuestarias del año próximo por el Ayuntamiento de València con una aportación de 4,5 millones de euros de los fondos Next Generation. El Ayuntamiento de València también ha licitado y adjudicado por un presupuesto de 10 millones de euros el contrato para la instalacion de 279 de cámaras de vigilancia necesarias para la implantación y control de la zona libre de coches contaminantes. La previsión es poner en marcha la ZBE a lo largo de 2023, sin embargo, el ayuntamiento no se atreve a concretar una fecha más exacta.
El problema es que todavía no ha sido aprobado el real decreto del Ministerio de Transición Ecológica que regulará las ZBA. Son 149 las ciudades españolas con más de 50.000 habitantes las que están obligadas a implantar en 2023 las ZBE por imperativo de la nueva Ley de Transición Energética de 2021. Los problemas legales que han surgido en algunas ciudades, como Barcelona, que se han adelantado a la implantación de estas zonas controladas con cámaras han llevado al ministerio a anunciar un decreto para regular y guiar a los ayuntamiento sobre la implantación de estas áreas de bajas emisiones. El proyecto del decreto se aprobó en abril, pero la aprobación definitiva no termina de llegar y las ZBE avanzan al ralentí. La Concejalía de Movilidad del Ayuntamiento de València, responsable de la implantación de la ZBE, todavía no ha aprobado la nueva ordenanza que la regulará. "Hasta que no se apruebe el real decreto ministerial no se avanzará en la normativa municipal", apuntan fuentes del Rialto.
Con unas elecciones municipales además de por medio, que se celebrarán en mayo próximo, los ayuntamientos, incluido el de València, no tienen demasiada prisa en aprobar sus ZBE. Una medida transcendental para muchas personas que viven, estudian y trabajan en grandes ciudades que puede tener un coste político en las urnas, cuando además no están ejecutadas las nuevas infraestructuras de mejora del transporte público que en el caso de València se recogen en el nuevo Plan Metropolitano de Movilidad que incluyen, además de nuevas líneas de metro y autobuses, medidas como los carriles VAO.
El 86% de los municipios consultados recientemente por El Pais reconocía el mes pasado que no llegaría a tiempo de aprobar la ZBE el 1 de enero de 2023. València asegura que lo hará "a lo largo de 2023".