València tiene un déficit crónico de plazas de residencias para personas mayores, y también de centros de día, que arrastra desde los tiempos de Rita Barberá y Paco Camps, y que los gobiernos progresistas de Joan Ribó y de Ximo Puig no han sabido atajar. Según las cifras del sector, en València hay un déficit cifrado en 5.700 plazas nuevas residenciales, que permitirían completar las poco más de 2.300 que hay en la actualidad.
Encontrar hoy una plaza libre de alguno de los centros -públicas, privadas o en régimen concertado- es una tarea casi imposible pues no hay oferta disponible. Mientras, tal como ha puesto de relieve la Federació d’Associacions Veïnals de València, el panorama en el resto de la Comunitat Valenciana tampoco es halagüeño. Si en España, el ratio está en 4,2 plazas por cada 100 mayores, en la Comunitat se sitúa en 2,9, muy inferior a la media española. En València, aún es peor y está muy a la cola de todo el país: el índice de cobertura lleva años estancado en 1,4 plazas por cada 100 mayores.
Estos datos se extraen de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud que determina que lo ideal es que haya 5 plazas por cada centenar de mayores de 65 años. Mientras, como ocurre en todos los países de Europa más desarrollados, la población tiende al envejecimiento a una velocidad cada vez mayor. La capital valenciana cuenta con cerca de 800.000 habitantes de los que el 20% tienen más de 65 años (más de 170.000) y un 3% más de 85 años, unas 24.000 personas.
Durante la última década, la población superior a los 65 años ha crecido un 16% y los mayores de 85%, un 53%. Por tanto, este segmento poblacional, gracias a los avances de la medicina y a la mejor alimentación y calidad de vida, aumenta de forma exponencial y también crece su longevidad. Tanto es así que dentro de 25 años, en 2047, uno de cada tres habitantes de València será sexagenario.
Con estos datos perfectamente extrapolables a la Comunitat Valenciana, la Federació d’Associacions Veïnals (Faavv) de València ha dado un paso al frente para reclamar «el incremento de 23.000 de plazas en las residencias y creación y remodelación de los centros», de todo el territorio autonómico.
Asimismo, desde la federación vecinal se pone en entredicho el decreto que está preparando el Consell, «el cual genera todavía más incertidumbre al disminuir el número de plazas». Según la presidenta de la Faavv María José Broseta, «estamos esta situación de emergencia», por lo que esta entidad vecinal exige transparencia en «las listas de espera para acceder a una plaza residencial en la Comunitat Valenciana, así como una cobertura efectiva de prestaciones y servicios, ya que actualmente se encuentra muy por debajo de la media estatal».
Solo hay proyectos en marcha para 280 plazas
A finales de julio, la vicepresidenta del Consell y consellera de Políticas Inclusivas Aitana Mas adjudicó las obras de una residencia de mayores con viviendas tuteladas en Monteolivete y de un centro de enfermos mentales en La Torre (CEEM). Ambos contratos suman 23 millones de euros. En el barrio de Monteolivete, habrá un centro residencial dotado con 92 plazas, -de ellas, 64 residenciales-, y 10 viviendas asistenciales con capacidad para 28 personas más. EnLa Torre, el CEEM albergará a 170 usuarios con diferentes tipologías. Por tanto, el Plan Convivint en València creará apenas 280 plazas de las miles que reclama el sector y la federación de vecinos. Las cosas definitivamente marchan muy lentamente en estas infraestructuras esenciales para atender a la población mayor y vulnerable. En Malilla, mientras, se ha proyectado un tercer centro, nocturno, que atenderá de forma puntual a las personas autónomas que lo necesiten.
