Docencia, medicina y flora en el Botànic

Un espacio que originalmente sirvió para enseñar a estudiantes universitarios y que hoy en día sigue enfocado en el aprendizaje

Docencia, medicina y flora en el Botànic

Docencia, medicina y flora en el Botànic / Elena Martínez

El Jardín Botánico de la Universitat de València es un museo vivo. En pleno centro de la ciudad, se cultivan más de 4.500 especies. Las plantas se ordenan en 27 colecciones monográficas para mostrar su diversidad, sus adaptaciones al medio ambiente o su utilidad para los seres humanos.

Jengibre de espiral. g.caballero

Jengibre de espiral. g.caballero / Araceli Galiano. València

Pero el Botánico es algo más que plantas, especies y un jardín de ocio. Es más, su objetivo y su origen principal no fue para nada relacionado con el tiempo libre o pasar un buen rato.

Pozo de agua en el recinto de las plantas medicinales. G.caballero

Pozo de agua en el recinto de las plantas medicinales. G.caballero / Araceli Galiano. València

Una flora autóctona

El Jardín Botánico cuenta con infinidad de especies. Destaca el arbolado centenario e insustituible que lleva desde el siglo XIX, la colección importante de palmeras y de plantas mediterráneas o la muestra de cactus tan variados que tienes su apartado de plantas desérticas en el Botánico.

Sagú de NuevaZelanda. germán caballero

Sagú de Nueva Zelanda. germán caballero / Araceli Galiano. València

Aún así, algunas de las iniciativas que quiere llevar a cabo el parque son la conservación de plantas en peligro de extinción o el estudio de la flora autóctona valenciana.

Cola de caballo. g.caballero

Cola de caballo. g.caballero / Araceli Galiano. València

Al visitar el Jardín se pueden encontrar diferentes invernaderos. Estas instalaciones ayudan a salvaguardar las especias más exóticas y geográficamente más alejadas, con unas propiedades especiales como el cambio de temperatura del invierno al verano.

Una de las características del Jardín Botánico es la capacidad de cambio que tiene de su entorno dependiendo de la estación del año en la que se encuentre.

Pino piñonero. g.caballero

Pino piñonero. g.caballero / Araceli Galiano. València

Con lo que según en la temporada en la que se visite resulta muy atractivo encontrar diferentes colores, olores y sonidos.

Palmera de abanico mejicana. germán caballero

Palmera de abanico mejicana. germán caballero / Araceli Galiano. València

Desde 1990 albergan distintas colecciones de plantas: orquídeas, bromelias, palmeras, helechos, tropicales, carnívoras o desérticas.

Una arquitectura histórica

Resulta un espacio tranquilo, cómodo y agradable, con lo que es muy normal ver siempre a familias de niños e incluso, a matrimonios mayores que ven una buena opción pasar el día al aire libre y respirando naturaleza.

En el centro del jardín se localizan los edificios históricos, todos construidos a finales del siglo XIX para cultivar bajo protección plantas de climas tropicales.

Sin embargo, dentro de la arquitectura y los edificios construidos en el Botànico, el más importante y emblemático situado justo en el centro del Jardín, es el Invernadero Tropical. Se trata de la primera edificación española que cuenta con el hierro y el vidrio como principales materiales. Y fue una de las construcciones más importantes de Europa durante la segunda mitad del s. XIX.

Pero el Botànico cuenta con más arquitectura dentro de sus instalaciones, una arquitectura llena de historia y con formas curiosas y especiales que le hacen tener una belleza importante al lugar. Es el caso del Umbráculo, una construcción con una cubierta semicilíndrica de metal, apoyada en grandes pilares de ladrillos cara vista. Durante su vida, ha sufrido diferentes rehabilitaciones, siempre respetando el diseño original.

Aunque al tratarse de un espacio dedicado especialmente a la docencia y estudio de las especies, cuenta con un edificio de investigación. Un edificio para la divulgación y la educación, y para proyectar la vida social y cultural del Jardín Botánico.

En él se encuentra el laboratorio, la biblioteca y el banco de germoplasma, destinado a la conservación de la diversidad genética de los cultivos y sus especies.

Un espacio medicinal

En sus inicios, el Botánico sirvió para enseñar y dar clase de botánica a los estudiantes de medicina. A día de hoy se quiere conservar esa tradición, y es por eso que los universitarios de carreras como Ciencias Medio Ambientales, Gastronomía o Biología, se instruyen en este recinto y realizan prácticas.

Aunque en la actualidad está abierto al público, estuvo cerrado hasta 1962, pues no se quería que el Jardín pasará a ser un recinto demasiado ocioso y dejara de lado su tradición académica, donde solo podían acceder profesores y alumnos.

A partir de los años 80, su público deja de ser estudiantil y empieza a realizar actividades para centros escolares. Aún así siempre ha seguido compaginando esta vertiente con la universitaria.

Tranquilidad en la ciudad

Es curioso que a pesar de que se encuentra en pleno centro de la ciudad de València, los muros tan anchos que rodean al Jardín Botánico no dejan pasar el sonido del exterior, con lo que es muy improbable escuchar el tráfico y la vida ajetreada que se vive fuera del parque.

Esto permite adentrarse completamente dentro de la naturaleza y dejarse llevar por sus olores, colores y formas tan variadas.

Las actividades, normalmente familiares, que realiza el Botánico van enfocadas al público infantil, con talleres para aprender cómo cultivar y cuidar un huerto, pero también encaminadas a personas más longevas con sesiones de gimnasio para mayores que fomentan el envejecimiento activo.

Una historia con raíces

El Jardín abrió sus puertas en 1567 y durante más de 200 años fue un huerto de plantas medicinales. Sin embargo, la ubicación del parque ha ido cambiando con el tiempo.

No fue hasta 1802 cuando la Universidad lo ubicó definitivamente en el Huerto de Tramoyeres, donde se desarrollaron colecciones botánicas, se aclimataron plantas y se ensayaron nuevos cultivos agrícolas.

Durante el siglo XX, el abandono del Jardín fue en aumento hasta que, en 1987, la Universidad elaboró un proyecto de restauración integral de las colecciones botánicas y los edificios históricos.

En mayo del 2000 concluyó la restauración con la inauguración del edificio de investigación.

Actualmente, es un centro de investigación y difusión de la diversidad vegetal, que cuenta con sus gabinetes de didáctica y de cultura y comunicación, que organizan actividades para mantener en el Jardín una amplia oferta docente y cultural a lo largo de todo el año.

Las colecciones científicas, que contienen plantas vivas, banco de germoplasma y herbario, conservan las especies endémicas o amenazadas de la flora valenciana, una de las grandes apuestas del recinto.