Últimas horas para diseñar el Parc de Desembocadura de Nazaret

Joan Ribó pide un último esfuerzo para aportar ideas antes de transformar el degradado tramo final del río en un jardín que repare la deuda moral con el barrio

El Parc de Desembocadura de Nazaret, antes de empezar las obras

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

Los ciudadanos de València, y especialmente los de Nazaret, tienen hasta este domingo para hacer aportaciones o sugerencias a los proyectos finalistas de una de las obras más importantes, moralmente hablando, de la ciudad en el medio plazo, si no la que más: dignificar y saldar una deuda histórica con el barrio de Nazaret mediante el proyecto Parque de Desembocadura. 

Hasta el alcalde ha aprovechado el fin de semana postnavideño para solicitar la participacìón a base de ideas sobre los proyectos ya existentes: Ombra, riu i conviu; Sendes d’aigua; Riu-diversitat; (Con)fluir, i Verd-marí. 

Los equipos redactores podrán incorporar las últimas aportaciones ciudadanas a la hora de redactar los proyectos en la última fase del concurso, que concluye el próximo 3 de febrero. Una vez recibida toda la documentación, el jurado emitirá la decisión definitiva en torno al mes de marzo. 

El parque supone finalizar completamente el Jardín del Turia y saldar una deuda con el barrio, que quedó aprisionado, desnaturalizado y privado de playa con una ampliación del puerto que le dejó sin recursos naturales y, prácticamente, sociales. Perdida la playa, Nazaret perdió gran parte de su identidad. 

Un inframundo en la actualidad

Desde hace décadas, el tramo final del río es un grandísimo estercolero. Un auténtico inframundo urbano. Justo a partir de su antigua estación de tren, el paisaje es el de un barrio degradado con infraviviendas, rodeado de un agua sin ningún valor natural, en el que el mayor milagro es que todavía se vean nadando peces. Un enorme paseo lleno de pintadas y sin ningún tipo de saneamiento se completa con el renaturalizado Espai Nazaret, que es la inmensa explanada que antes era la fábrica de Arlesa y ahora es un improvisado jardín, simplemente adecentado para saldar el expediente, que aparte de elementos de parque infantil y una pista para patinar, no contiene más que una zona de paseo y picnic, todavía infrautilizado por lo rudimentario del mismo. 

El ganador será premiado con la adjudicación del contrato de redacción del proyecto y dirección de obra de la primera fase: las 9,3 hectáreas que llegan al puerto, con un presupuesto de 16,7 millones de euros, de los que la Autoridad Portuaria aportará una parte. Se estima un plazo de ocho meses para la redacción del proyecto desde que se firme el contrato, y un plazo de ejecución de 24 meses desde la adjudicación.