La Universitat tampoco ve valor histórico suficiente en la fábrica del hotel-residencia de Saïdia

La Facultad de Geografía descarta, en línea con el Consell de Cultura y la Academia de Bellas Artes, que las naves merezcan ser Bien de Relevancia. Sandra Gómez asegura que buscan acuerdo lo menos gravoso para el ayuntamiento

El ayuntamiento paralizó hace unas semanas los derribos en las naves de la fábrica de hilados Pilar Casanova

El ayuntamiento paralizó hace unas semanas los derribos en las naves de la fábrica de hilados Pilar Casanova

El tercer informe experto realizado por encargo del alcalde, Joan Ribó, por la Facultad de Geografía e Historia sobre la antigua fábrica de hilados Pilar Casanova en la calle Guatla, en la Saïdia, , concluye que la fábrica tiene "nulo valor histórico". El alcalde, de Compromís, encargó en noviembre pasado informes a tres organismos consultivos (el Consell de Cultura, la Academia de Bellas Artes de San Carlos y la Universitat de València) para comprobar si la antigua fábrica donde la iniciativa privada proyecta, previo derribo, un hotel-residencia de estudiantes es merecedora de protección patrimonial, una protección que cuando menos dificultaría la construcción de la citada dotación.

Tanto el Consell de Cultura como la Academia de San Carlos destacaron que la fábrica, ubicada en el interior de una manzana con edificaciones modernas alrededor, han emitido informes contrarios a la protección como Bien de Relevancia Local de la fábrica asegurando que no reúne valores suficientes más allá de la posible protección de los elementos cerámicos, como dos paneles religiosos que gozarían por ser anteriores a 1940 de protección como BRL, paneles que ya habrían sido retirados de la fábrica previa autorización de la Conselleria de Cultura.

El informe de la Facultad de Geografía, que firman el profesor de Historia del Arte y decano de la facultad de Geografía, Josep Montesinos, y el también historiador del Arte Adrián Besó, concluye que "nos encontramos ante un conjunto posiblemente construido sobre 1936 con escasos o nulos valores testimonial, histórico-social o tecnológico" en el que no se conservan vestigios materiales o inmateriales recuerdo de la actividad fabril, como maquinaria. "No procede" tampoco, apunta el informe una protección del inmueble por su valor etnológico ante la falta de evidencias documentales que acreditan la importancia de la fábrica, de autor desconocido, en el barrio.

El informe apunta que la fábrica "reúne ciertos valores tipológicos, arquitectónicos o artísticos" pero insuficientes para ser catalogado, como pretendería el Ayuntamiento de València y los vecinos, Bien de Relevancia Local, segundo nivel de protección de un bien por debajo del Bien de Interés Cultural. En este sentido, los autores del informes aprovechan, como ya hizo la academia de San Carlos, para lanzar un dardo al Ayuntamiento y recordar el patrimonio industrial desprotegido y sin recuperar que hay en la ciudad. "Encontramos numerosos ejemplos que destacan por sus valores arquitectónicos, artísticos o históricos, o por ser además obra de arquitectos de reconocido prestigio, que no gozan de esta categoría de protección como monumento de interés local". También destaca el informe que hay ejemplos de arquitectura industrial con "valores de mayor relevancia que el conjunto que se evalúa". La Facultad de Geografía concede, en línea con el informe técnico municipal, que "podría ser razonable considerar nivel de protección parcial, ambiental o paisajística de algunos elementos materiales o incluso inmateriales", sin citar cuáles. El informe apunta además que los paneles cerámicos religiosos sí gozan de protección como Bien de Relevancia Local.

El informe de Bellas Artes reprende incluso al ayuntamiento por utilizar la normativa de protección del patrimonio para justificar decisiones urbanísticas instando al ayuntamiento a gestionar social y urbanísticamente este asunto. Los vecinos contrarios al hotel, constituidos desde principios del año pasado como Asociación de Vecinos de Sant Antoni, y apoyados por el grupo municipal del PP reclaman que las naves se destinen a dotación para el barrio.

La propietaria de la fábrica y promotora junto con un grupo inversor del hotel-residencia de estudiantes, la mercantil Inversiones Gran Valencia (IGV), amenaza con acudir a los tribunales y demandar a los responsables políticos por prevaricación por bloquear un proyecto que encaja con el plan general de ordenación urbana, que considera edificable la parcela de la fábrica, y que recibió hace unos meses el visto bueno de los técnicos de Planeamiento. La promotora del hotel-residencia, que prevé una inversión de 60 millones para reurbanizar la fábrica, cifra en 20 millones de euros las compensaciones que reclamará al ayuntamiento por el bloqueo del proyecto. El alcalde, Joan Ribó, ha asegurado, tal como informó este diario, que hará lo imposible para evitar la construcción del hotel. El traslado de la edificabilidad o una indeminazación económica son las vías que se estarían explorando.

La vicealcaldesa y concejala de Desarrollo y Renovación Urbana, Sandra Gómez, por su parte destacó ayer el compromiso del Ayuntamiento de València con los vecinos y vecinas de Saïdia para buscar una solución al macrohotel de la Saïdia. “Tienen el compromiso del Ayuntamiento para buscar la solución más adecuada para los vecinos y vecinas, que tienen derecho a vivir en un barrio residencial, en paz, sin ruido, sin molestias”, manifestó a preguntas de los medios. “Por nuestra parte, vamos a poner en valor el interés general, el interés público, intentando llegar a un acuerdo que sea lo menos gravoso para el Ayuntamiento de València".

La Asociación de Vecinos de Sant Antoni, por su parte, está recogiendo firmas para parar el proyecto. De momento, han recabado ya mil rúbricas.