València

València recoge 64 toneladas de toallitas al año de sus alcantarillas

La falta de concienciación ciudadana obliga a invertir cantidades millonarias para mantener la red de saneamiento en buen estado

Detalle de un tramo de la red de saneamiento llena de toallitas desechables.

Detalle de un tramo de la red de saneamiento llena de toallitas desechables. / Acciona/Ciclo Integral del Agua

José Miguel Vigara

José Miguel Vigara

El Ayuntamiento de València, en concreto los operarios de la concesionaria que gestiona el mantenimiento de la red de saneamiento de la ciudad, retiraron el pasado año la friolera de 64,61 toneladas de toallitas húmedas del alcantarillado de la capital valenciana.

Esta cifra astronómica incluye la cantidad de estos productos desechables que se recogen en las depuradoras municipales ubicadas en las pedanías de El Saler, El Palmar y El Perellonet. Esos 64.600 kilos de residuos de estos productos de higiene íntima, equivalen al peso de una treintena de elefantes africanos de 2,2 toneladas cada uno. 

Fuentes del Ciclo Integral del Agua, que junto a la concesionaria Acciona, gestionan la red de saneamiento de la ciudad, señalan que estas cifras no hacen si no confirmar que el uso irresponsable de las toallitas supuestamente biodegradables, suponen un grave perjuicio económico para las arcas municipales además de un grave problema medioambiental. 

Según datos de la Asociación Española de Abastecimiento de Aguas y Saneamiento (AEAS), cada español consume al año más de 15 kilos de toallitas húmedas, estando por encima de la media europea y siendo el tercer productor de Europa. 

Tal como han denunciado diversas instituciones, muchas de ellas son desechadas inadecuadamente por el inodoro causando problemas en el sistema de alcantarillado y proceso de depuración de aguas, y en ocasiones en los entornos naturales si estas finalmente no son depuradas adecuadamente.

En España, según AEAS, los atascos provocados principalmente por las toallitas suponen más de 200 millones de euros. Pese a los esfuerzos realizados en materia de conciencia ciudadana por el propio Ciclo Integral del Agua y otros organismos, muchas personas siguen utilizando el váter como si fuera un cubo de basura o una papelera. 

En casa, los primeros atascos

Tal como señala el informe Libera, realizado por Ecoembes y SEOBirdLife, en las tuberías de los hogares se producen los primeros taponamientos por residuos higiénicos. La red de alcantarillado de los municipios también se ve afectada por la acumulación de estos productos y de la basura arrastrada por la lluvia. Cuando se producen precipitaciones muy abundantes, las obstrucciones generadas pueden provocar que la red de alcantarillado se sature y se produzcan inundaciones en las ciudades. Un último caso de esto, lo acabamos de ver en Córdoba, donde ha aflorado un géiser de toallitas con forma de isla en el río Guadalquivir.

Esfuerzo en mantenimiento

La propia concejala del Ciclo Integral Elisa Valía ha subrayado que gracias a que cada año se invierten 14 millones de euros en el mantenimiento y conservación de la red de saneamiento de València, no se producen este tipo de problemas ya que se actúa en «los puntos críticos» para evitar posibles atascos. Con todo, en València ciudad, existe el lamentable precedente que provocó un atasco monumental en el colector norte donde hasta mayo de 2019 se sacaron más de 6.000 toneladas de toallitas que requirieron una inversión de 10 millones para liberar este gigantesco tapón.