Ausiàs March perderá dos carriles centrales y las vías de servicio para ganar zona verde a los lados

Sandra Gómez anuncia la reforma de la avenida para reducir la contaminación y el ruido. La reforma podría eliminar también las dos pasarelas peatonales porque "serán innecesarias"

Figuración de la nueva avenida Ausiàs March

Figuración de la nueva avenida Ausiàs March / AV

H.G.

La avenida Ausiàs March, la entrada sur a València por la pista de Silla, avanza hacia su reforma y renaturalización, al igual que lo hacen otras grandes arterias de tráfico como la avenida del Puerto y el céntrico eje Xàtiva-Guillem de Castro. La junta de Gobierno aprobará este viernes la modificación del Plan General de Ordenación Urbana que permitirá remodelar Ausiàs March, desplazando la zona verde central prevista en el proyecto inicial a ambos lados de la avenida, lo que supone eliminar las vías de servicio, y reduciendo un carril de tráfico por sentido. Así lo ha anunciado hoy la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez.

La nueva avenida, que acaba en el cruce de Giorgeta y Pérez Galdós, uno de los puntos negros de tráfico de la ciudad, tendrá menos carriles y más arbolado. En total, pasará de doce carriles (incluidas las vías de servicio), a seis.

La zona verde de 25 metros de anchura prevista inicialmente en el proyecto de la avenida se traslada a los lados para proteger las viviendas del ruido y la contaminación y generar además espacios para dotaciones y zonas de esparcimiento más accesibles para los vecinos.

La renaturalización de la avenida, que actualmente cuenta con ocho carriles centrales y constituye una barrera entre los barrios del entorno, permitirá mejorar las conexiones de Malilla, En Corts, La Fonteta y Na Rovella, que ganarán además zonas verdes.

Aunque habrá que esperar al nuevo diseño de la avenida la previsión es que dentro de la mejora de las conexiones peatonales y la pacificación de la avenida se eliminen las dos pasarelas existentes en la avenida. "Queremos que desaparezcan porque van a ser innecesarias" tras la intervención, ha destacado Sandra Gómez, quien ha cifrado en medio millón de euros el coste de la intervención.