Ni 30, ni 60 ni 90 días, simple y llanamente en València no va a haber vivienda ocasional turística. Es decir, no se podrá alquilar un piso de un particular a turistas por ningún período corto de tiempo: un mes, dos o tres. Así lo han anunciado en rueda de prensa el portavoz socialista Borja Sanjuán y el vicealcalde Sergi Campillo, de Compromís, que han explicado que en la Junta de Gobierno se ha aprobado modificar las normas urbanísticas del Plan Especial de Protección (PEP) de Ciutat Vella para que esta modalidad de apartamentos y pisos turísticos no puedan existir en la capital valenciana.
Esta decisión del Govern del Rialto da respuesta a las reivindicaciones de la Federación de Vecinos y de colectivos como Amics del Carme, entre otros colectivos cívicos y vecinales, que habían puesto el grito en el cielo porque en València se regulase esta modalidad de arrendamiento para pisos y apartamentos con fines turísticos.
La filosofía de este cambio urbanístico es clara: "vamos a prohibir que en el centro histórico, dentro del ámbito del PEP Ciutat Vella haya vivienda de alquiler turística ocasional". "Queremos -ha matizado el también concejal de Hacienda- que València tenga un centro histórico excepcional para visitar, pero sobre todo, que sea un centro histórico excepcional para vivir".
La media impulsada por el gobierno municipal busca frenar "la proliferación de apartamentos turísticos" para que Ciutat Vella "sea un barrio para visitar pero también para vivir porque no hay que olvidar que donde antes había un piso donde vivía una familia" ahora se quiere instalar una vivienda turística de alquiler lo que provoca la expulsión de familias del centro histórico además de la turistificación y el encarecimiento de los inmuebles de la zona.