Los informes urbanísticos en València tardan casi dos años de media y los de actividades uno

La Evaluación de Servicios del año 2022 que ha llevado a cabo el Ayuntamiento de València en aplicación de los criterios de eficacia y reducción del papeleo vinculados a la puesta en marcha de la carrera profesional pone de manifiesto los tiempos que tardan los diferentes departamentos municipales en elaborar y cerrar informes. Los servicios de Disciplina Urbanística, Licencias de obras, Actividades y Movilidad son de nuevo los que mayor carga de trabajo registran. En el servicio de Disciplina Urbanística, donde el año pasado se tramitaron 7.377 informes, se tarda una media 725 días en resolver, esto es dos años, mientras que el servicio de Licencias con la friolera de 11.619 informes tramitados, tarda en tramitar informes una media de 135 días de media. El servicio de Actividades, con 6.809 informes realizados el año pasado, un total de 370 días en resolver.

El servicio de Movilidad sostenible también es uno de los que registra mayor carga de trabajo, con 11.628 informes tramitados en 2022 y un plazo de resolución bajo, 42 días, en comparación con otros servicios.

La policía local es el servicio que más informes tramita, en concreto 16.945 el año pasado, y registró unos tiempos de resolución de los mismos más bajos, apenas 12 días. Hay que recordar que los procedimientos sancionadores, vinculados a infracciones de tráfico, tienen mayores exigencias de tiempo y plazos.

El estudio municipal pone de manifiesto, ha asegurado hoy el PP, el atasco burocrático en diferentes departamentos municipales, especialmente son largos los plazos en actividades y urbanismo, lo que ya está provocando atascos que se prolongan años para conseguir una licencia para abrir un negocio o poner en marcha obras.

La portavoz del PP, Mª José Catalá, ha reclamado refuerzos del servicio con más funcionaros para reducir estos tiempos y sobre el atasco que se vive en diferentes departamentos para tramitar las licencias de obras y de actividad. Catalá se ha comprometido, en clave electoral, “buscar alternativas externalizando procesos y soluciones para acabar con el atasco en licencias de obras y de actividad que se vive en el Ayuntamiento de Valencia”.

Guerra de cifras con las licencias

Según ha conocido el PP en las respuestas del Gobierno de Ribó y PSOE existen en tramitación 3.538 licencias de actividad (títulos habilitantes de actividades) en el Ayuntamiento de València, incluyendo tanto los títulos habilitantes ambientales (expedientes de solicitud de licencia y declaraciones responsables) como los tramitados para el ejercicio de una actividad de espectáculos públicos. El 75% de dichas peticiones se iniciaron entre 2015 y 2021. Así, de los 1.973 expedientes de títulos habilitantes ambientales en tramitación en el periodo 2015-2023, 1.470 llevan ya entre uno y siete años atascados (568 licencias ambientales y 902 declaraciones responsables ambientales).

La portavoz del Grupo Popular, María José Catalá, asegura que este atasco de licencias de obras y actividad está provocando la marcha de muchos inversores de la ciudad “es necesario poner en marcha un plan de choque para desatascar las licencias y evitar que inversores tarden años en poner en marcha actividades que generan empleo y riqueza en la ciudad. Esta debería ser una de las prioridades de un buen gobernante, pero parece que esto no lo es ni para Ribó ni para sus comparsa en el gobierno que es el PSOE”.

Solo 600 licencias pendientes

La Concejalía de Desarrollo Urbano no ha tardado en replicar al PP señalando que la realidad es que este ayuntamiento ha reducido a la mitad los plazos para dar licencia de obra. “En ese informe están incluidos procedimientos que no tienen nada que ver con licencias, pero el PP demuestra una vez más que solo le interesa confundir y generar bulos”, afirman. En 2015, han recordado que existía “un tapón de miles de expedientes paralizados en los servicios, sin recursos y sin personal”. 

A día de hoy, aseguran que “la realidad es que se han reducido a la mitad los plazos y solo hay 600 licencia de obra pendientes de informar”. Las mismas fuentes señalan que es “una pena que la señora Català haya venido aquí a hacer una oposición inútil, que solo sirve para desprestigiar una ciudad a la que, por otra parte, no dejan de llegar inversiones importantísimas para la economía.

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