La Semana Santa empieza con sofoco para los costaleros

Las vírgenes Dolorosas son trasladadas por las calles del Marítim a 26 grados, para sobreesfuerzo inesperado de los porteadores

MOISÉS DOMÍNGUEZ. VALÈNCIA

La Semana Santa Marinera empezó de verdad ayer con la salida a la calle de las Dolorosas, en lo que es su primer gran día. Una especie de homenaje a la madre de Jesús por los, como su nombre indica, dolores que tuvo que pasar con un hijo que protagonizó de niño diferentes situaciones -incluyendo la de perderse- y que después sería detenido, azotado, humillado y crucificado.

La Dolorosa fue llevada a costal por las calles del Cabanyal | M.DOMINGUEZ

La Dolorosa fue llevada a costal por las calles del Cabanyal | M.DOMINGUEZ / MOISÉS DOMÍNGUEZ. VALÈNCIA

En reconocimiento a la madre doliente, la Semana Santa marca su primer episodio. Y de esta manera, las imágenes salieron a las calles del Cabanyal, Canyamelar y Grao. Son las más espectaculares, con los andas más profusamente adornados y las imágenes más bellas, vestidas de negro.

Son los tronos anda más sofisticados y los que requieren de más esfuerzo. Y lo que seguramente no esperaban los porteadores era la sofocante temperatura que se iban a encontrar. Unos, los más, empujando con los bastidores; otros, los del Cabanyal, a fuerza del equipo de 30 costaleros (26 titulares y cuatro suplentes), que se encontraron con la penitencia añadida del sofocante calor, que les obligaba a pedir doble ración de agua en las paradas, pero sin por ello escatimar las «levantàs» a lo largo del recorrido.

La Virgen de los Dolores sale de la Iglesia de Santa María del Mar

Todos los barrios tuvieron su salida. Desde los de Santa María del Mar, con Nuestra Señora de los Dolores coronada a la Virgen de la Soledad en el Canyamelar y la Virgen Dolorosa del Cabanyal, todas ellas escoltadas por sus correspondientes granaderos, personajes y bandas, así como autoridades de distinto signo. Todo ellos no menos forzados por las altas temperaturas, embutidos en sus trajes de gala. Un adelanto de lo que puede pasar en los próximos días, donde, esta vez sí, la meteorología acompañará, posiblemente incluso más de lo deseable.

En la tarde del sábado (20.30 horas) se celebra otra de las procesiones emblemáticas: por las calles del Canyamelar (con salida y llegada en la Plaza del Rosario) procesionará el Paso de Nuestro Señor en su Crucifixión, con costaleros, que también son instados a hacer «levantàs al cielo» en atención a personas fallecidas o enfermas. uno de los momentos más especiales de estos diez días.

El domingo estará ocupado durante la mañana por las procesiones de Ramos y Palmas en todas las parroquias. Por la tarde, la más destacada será la procesión del Cristo de Medinaceli en el Grao, al que acompañará el Cristo de la Salud del Palmar.