El Mercado Central pedirá más accesos al nuevo concejal

Los vendedores pedirán más regulación para los turistas para facilitar a la clientela que pueda comprar sin problemas

La presidenta del Mercado Central

La presidenta del Mercado Central / MC

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

La casualidad ha querido que el cambio en el gobierno municipal coincida con las elecciones en la Asociación de Vendedores del Mercado Central. En este caso no hay cambio: Merche Puchades volverá a hacerse cargo de la labor de recoger las quejas y peticiones de los profesionales. Que han vivido, además, una de sus épocas más convulsas al coincidir en el tiempo varios acontecimientos: la peatonalización de las dos plazas circundantes, Brujas y Mercado, la finalización de las obras del aparcamiento, los efectos de la pandemia y la creciente turistificación de la ciudad. Años que han tenido luces y sombras, también con el equipo de gobierno. «No sería justo hablar de una relación bien, mal o regular con el ayuntamiento. Porque, por ejemplo, a nadie escapa que con el concejal de Movilidad no ha sido fácil entenderse porque hemos sido poco escuchados. Sin embargo, con el concejal de Comercio hemos trabajado bien, llegándose a firmar el preacuerdo de la gestión. Siendo justos, hay que dar a cada uno que es». 

Sólo una calle de acceso

Una de las principales preocupaciones que afrontan los vendedores es un requisito básico para que acudan compradores: tener fácil el acceso. Y no lo está siendo tras las remodelaciones y decisiones de movilidad. «Tenemos mucha preocupación con la accesibilidad. Actualmente hay un único acceso, que es la calle Guillem Sorolla, pero la queja de los clientes es que dependiendo de donde vivas hay que dar una vuelta muy grande. Queremos ver si se puede dejar algún acceso aparte de esa calle, compatible con la movilidad y la peatonalización». No hay mucho donde elegir: María Cristina y la propia plaza del Mercado (poco probable), Brujas o Calabazas. «Hay que sentarse con el nuevo concejal de Movilidad y, con un mapa en la mano, estudiarlo bien. Además de saber qué modelo de movilidad pretenden». 

Los vendedores quieren tener una parada de taxis en la plaza del Mercado

Los vendedores quieren tener una parada de taxis en la plaza del Mercado / JM Lopez

Faltan autobuses

Además, el transporte público flojea. «Reivindicamos más líneas de autobús, como teníamos antes, más cercanas y directas. Si no, venir al Mercado se hace muy difícil». Muchas líneas se han alejado de los aledaños «y no hay que olvidar que quien viene al mercado, se marcha cargado. No te puedes ir lejos a buscar un autobús». Y ya puestos, también la gama más alta: «necesitaríamos una parada de taxis a las dos salidas; es decir, tener una en la plaza del Mercado». 

Turistas en las escaleras del Mercado Central

Turistas en las escaleras del Mercado Central / German Caballero

Para la nueva presidenta, «mi objetivo es recoger las inquietudes de los profesionales». Hace tiempo que la turistificación del recinto es un problema, porque entorpece a los compradores. «Quiero dejar claro que el turista siempre es bien recibido. Y hay puestos para los que es muy importante. Pero hay que sentarse y abordarlo y poder conciliar la regulación del turismo con la compra de los clientes. Ya hay un acuerdo de buenas prácticas con la asociación de Guías Turísticos, en el que también participó el Ayuntamiento para que los grupos de más de diez personas no entraran todos o que la explicación se diera fuera. Eso se respeta, pero queremos abordar el tema. No queremos ser como otros mercado que son más los visitantes que los clientes. En el ayuntamiento lo pueden y lo deben entender. Cualquier ayuntamiento presume de su Mercado Central y que sea mercado». ¿Cual puede ser la solución? «No sé: no visitarse en determinados días o a determinadas horas... lo que está claro es que, antes de que sea insostenible, hay que ir por delante. Un mercado vive gracias a la venta a sus clientes valencianos»

El aparcamiento de Juan de Vilarrasa

El aparcamiento del Mercado suele llenarse a determinadas horas y días. Y como el PP ha hecho bastantes comunicados al respecto, hay unos deberes por delante: «aún sabiendo lo difícil y larga que es la burocracia, habría que acelerar el aparcamiento de Juan de Vilarrasa». 

También ha expresado la preocupación por el cierre de puestos de pescadería. «Es preocupante y hay que estudiar qué hacer para no perjudicar al entorno. Es un oficio en el que los vendedores son profesionales que entienden increíblemente el producto, pero que es muy sacrificado y trabajan con un producto muy perecedero. Lo que han apreciado es que «los vendedores que quedan son muy buenos, pero conforme se jubilan, un emprendedor de la calle no monta una pescadería. Hay que ser muy buen gestor y no queremos que sea un espacio que decaiga».