Los vecinos del Saler piden a Catalá que evite el derribo del hotel Sidi

Advierten del elevado coste en indemnizaciones, derribos y regeneración y proponen nuevos usos para la infraestructura, en ruinas tras más de una década cerrada y sin uso

El Sidi, antiguo hotel de lujo del Saler, en ruinas tras más de una década cerrado

El Sidi, antiguo hotel de lujo del Saler, en ruinas tras más de una década cerrado / Fernando Bustamante

El cambio de gobierno en el Ayuntamiento de València podría dar un giro al destino del hotel Sidi del Saler, condenado al derribo por el gobierno municipal de Joan Ribó. La futura alcaldesa del PP, María José Catalá, ha manifestado en varias ocasiones su intención de atender las demandas de los vecinos del Saler en relación a la posible reapertura del que fue emblema del lujo en el Parque Natural del Saler. Los vecinos reclaman que se aproveche la infraestructura del hotel para una residencia de mayores y temen que el derribo y posterior regeneración natural de los terrenos se eternice, como ya ha ocurrido con otras instalaciones que se demolieron como el viejo polideportivo del Saler.

"Nunca hemos dejado de reclamar esa solución", apunta la presidenta de la Asociación de Vecinos de la Devesa-El Saler, Ana Gradolí, quien insiste en que el alcalde en funciones ha defendido el derribo del hotel y la regeneración de la duna del Saler pero "nadie habla del coste en indemnizaciones a los dueños de la concesión del hotel, ni de los costes del derribo, desescombro y regeneración natural suponiendo que esa regeneración se llevará a cabo y no acabase en una escombrera como lo está el antiguo polideportivo del Saler 15 años después de empezar a derribarse".

El Sidi antes del cierre en 2011

El Sidi antes del cierre en 2011 / FERNANDO BUSTAMANTE

Los dueños de la concesión (Divarian y Coral Home) llegaron a presentar en 2019 un proyecto para renovación integral del hotel con 6,5 millones de inversión para mejorar su integración paisajística, tal como hizo en su momento el Parador de El Saler, también ubicado y ahora camuflado en la duna protegida del Saler. Los dueños de la concesión estimaron en su proyecto de hotel bioclimático que el derribo del Sidi costaría cuatro millones de euros.

El hotel, que en 2011 cerró sus puertas tras quedar incluido en la zona de dominio público marítimo terrestre y pasar la concesión a manos de dos entidades financieras (Caixabank y BBVA), se encuentra en situación de ruina tras años de abandono y bloqueo del proyecto de regeneración por parte del gobierno de Joan Ribó. El aprovechamiento de la infraestructura hotelera ha generado diferencias en el gobierno del Rialto, en concreto, la vicealcaldesa en funciones, Sandra Gómez, ha sido más proclive a dar una segunda oportunidad al hotel.

La concesión sigue vigente

La Concejalía de Actividades, en manos hasta ahora de Compromís, culminó el expediente de caducidad de la licencia de actividad del hotel tras rechazar varios recursos interpuestos por Divarian y Coral Home, que necesitaban aportar a Costas la licencia municipal para poder mantener viva la concesión para uso hotelero del Ministerio de Transición Ecológica. Al negarse el ayuntamiento a dar licencia de obras y actividad, la Dirección General Costas anunció que activaría el expediente de caducidad de la concesión. Sin embargo, este trámite, según informaron ayer fuentes del Gobierno, todavía no se ha producido. "La extinción por caducidad de la concesión procedería cuando existe incumplimiento de las condiciones establecidas en el título concesional y siempre que no medie justa causa", apuntan.