Las obras del macrotrasvase de arena toman las playas del Parque Natural de la Devesa

La playa de la Garrofera se cierra y queda ocupada hasta septiembre para permitir el paso de maquinaria pesada y camiones para recrecer los espigones de la Gola

Este verano se empezará a ensamblar en la playa la gran tubería de un metro de diámetro y 1,5 kilómetros de longitud que inyectará la arena dragada en Cullera a las playas de València

Obras del macrotrasvase de arena en la Garrofera

Obras del macrotrasvase de arena en la Garrofera

Las obras del macrotrasvase de arena para regenerar las castigadas playas del Parque Natural de la Devesa ya son visibles. La empresa Rover Alcisa, adjudicataria de la obra en UTE con la empresa holandesa especializada en trabajos marinos Dravo, ha vallado ya el perímetro de la playa de la Garrofera, desde la urbanización de la Casbah hasta la gola y abierto entre las dunas un camino paralelo a la playa para que los camiones puedan acceder a los espigones de la gola con el objetivo de prolongarlos cien metros mar adentro.

A partir de la semana próxima empezarán a llegar los camiones con los grandes bloques de piedra necesarios para recrecer las escolleras. Se trata de la primera obra del trasvase y en la misma se emplearán entre 8.000 y 9.000 toneladas de piedra de canteras valencianas. La función de los espigones es estabilizar los aportes de arena destinados a recuperar los siete kilómetros de playas del sur de València y recuperar los 70 metros de anchura que tenían en 1965 antes de la gran ampliación sur del puerto de València.

La previsión es que los espigones estén terminados en septiembre. Entonces empezará el dragado de la arena de los fondos de Cullera, su transporte en barcos-draga hasta la costa valenciana y su inyección en las playas a través de una tubería de un metro de diámetro y 1,5 kilómetros de longitud. La tubería se trasladará por piezas y se ensamblará en la playa. La tubería principal tendrá conectadas varias tuberías secundarias, en peine, para facilitar el reparto de la arena. El trasvase y recuperación de las playas se hará en tres fases, desplazando en cada una de ella la tubería. Se empezará al norte, en Pinedo, y se irá avanzando hacia el sur.

La Dirección General de la Costa y el Mar adjudicó a finales del año paso por 25 millones de euros los trabajos de regeneración de las playas del Parque Natural de la Devesa. La previsión es que arrancasen a principios de año pero ha habido retrasos y no ha sido hasta hace pocas semanas cuando las máquinas han llegado a las playas. El plan de regeneración tiene un plazo de ejecución de un año y está sujeto a los plazos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia por lo que debe estar terminado en diciembre de este año.

Los trabajos de regeneración consisten en recargar artificialmente con tres millones de metros de cúbicos de arena las playas de la Garrofera, Arbre del Gos y el Saler. El material empleado para llevar a cabo la regeneración de la playa procede de un yacimiento submarino ubicado frente a la costa Valenciana, entre las poblaciones de Sueca y Cullera, cuya extracción ha generado polémica en las poblaciones afectadas que han alegado advirtiendo de los efectos ambientales y en la actividad pesquera que puede tener el dragado de tal cantidad de sedimento.

Los espigones que se han empezado a construir en la Gola de Pujol permitirán además el apoyo del material vertido y una barrera parcial al transporte longitudinal de sedimentos, un punto de control para la gestión del trasvase.

El Ministerio de Transición Ecológica aprobó en julio de 2021 la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto “Regeneración de las playas del Saler y Garrofera (Valencia)”, un plan de recuperación del litoral de València no exento de polémica por las dudas sobre su eficacia para mantener las playas frente a los cada vez más dañinos temporales marítimos.

Playas estables durante 50 años

La previsión es que con el aporte de arena las playas puedan estabilizarse durante los próximos 50 años aunque todo dependerá de la virulencia de los temporales. Con todo, los técnicos apuntan que las opciones para frenar la erosión que sufren las playas son pocas y caras en todos los casos. Además de los aportes y trasvases de arena, que en València ya se han llevado a cabo con camiones, con objeto de recuperar línea de costa y recrecer las playas, existe la posibilidad de crear barreras o arrecifes artificiales que mantienen la playa pero rompen la dinámica litoral. Otra opción es la retirada, retroceder, como se hizo en la regeneración de la playa de l'Arbre del Gos donde se aprovecharon las tierras de cultivo que había detrás para ganar playa. En el tramo del Saler, en cambio, la regeneración del cordón dunar se hizo posible recuperando la franja de 20 metros de anchura que ocupó en su día el paseo marítimo de obra dura elevado.

El trasvase de arena es la solución adoptada por Costas para frenar la erosión de las playas del Parque Natural amenazadas por la elevación del mar y el calentamiento global y las ampliaciones del puerto de Valencia. La no actuación costera, apunta Costas, "conlleva una progresiva erosión y representa una clara amenaza para la conservación del parque Natural de la Albufera" y del propio lago, que en riesgo claro de salinización.

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