Pitidos, colas y rabia al volante. El Día Mundial Sin Coches es en València, un año más, la historia de un fracaso. Aunque el metro, los autobuses de la EMT y los interurbanos son gratuitos durante toda la jornada, las vías más conflictivas de la ciudad han acusado a lo largo del día los problemas de tráfico habituales. 

"El Día Sin Coches es el mismo caos de siempre, especialmente en la hora punta de los colegios", resumía Fernando Macías, taxista que durante esta mañana recorrió Tres Forques, Archiduque Carlos, Ayora, el centro y la playa. "En el puente Trinidad que engancha con la calle Alboraya hemos tenido un atasco del copón. Hemos tenido cuatro ciclos de semáforo para salir del puente", detallaba Macías. 

La misma impresión se llevaba Miguel Zarcos, otro taxista sin itinerario estable. "La ciudad sigue igual de atascada que siempre. València es una ratonera", aseveraba durante su pausa para el café tras haber atravesado con dificultad las avenidas de Pérez Galdós y Giorgeta o la calle San Vicente en dirección a la estación del AVE. "Otro punto que siempre está atascado y hoy también es el Puente de Aragón que conecta Gran Vía Marqués del Turia y Avenida del Puerto. Como está en obras es allí dónde más tiempo he perdido", narraba el chófer. 

Los dos máximos representantes del sector compartían el veredicto sobre una efeméride que no termina de calar en los conductores valencianos. Fernando del Molino, presidente de la Federación Sindical de Taxis de València, explicaba que la Feria del Mueble -con un aforo estimado de 20.000 personas- ha incrementado la presencia de vehículos en la capital en un trazado ya de por sí saturado por las obras que se están ejecutando simultáneamente en la ciudad. "Algo que siempre se atasca es la V-30. Esta mañana he tenido que cambiar la ruta porque no avanzaba", lamentaba del Molino, mientras que Ismael Arráez, presidente de la Asociación Gremial, terminaba de dibujar el mapa de los horrores: "Cardenal Benlloch es un infierno. Plaza de España igual. Guillem de Castro y Primado Reig están hoy como siempre. Si yo abro una bolsa de pipas en un extremo de Peris y Valero puedo acabármela antes de llegar al otro extremo. No te mueves", ilustraba Arráez. 

Desde la perspectiva opuesta abordaban la fiesta autobuses y metro, más que nunca destinados a liberar espacio en las carreteras. Su sensación no cambiaba: fue un día normal. "Se sube la misma gente de siempre, diría que incluso menos», relataba un conductor de la EMT en ruta desde Avenida Francia a Campanar. «Poca gente sabe que hoy es el Día sin Coches. La gente intenta sacar el tiquet y tú se lo cuentas, les dices que el viaje es gratis. También lo pone en las expendedoras, aunque el bonobús hay que pasarlo igual", afirmaba el chófer. "Curiosamente el jueves 21 tuvimos problemas porque ya salía el día gratis en el sistema y nos vimos obligados a hacer un cambio de modelo en el cobro".  

Tráfico denso en València durante el Día Mundial Sin Coches Francisco Calabuig

Tampoco se registraron apelotonamientos en los autobuses que bajaban desde las pedanías a la ciudad. "Son itinerarios que suelen acumular gente, pero no hemos cargado más que cualquier otro día", insistía un conductor de la zona norte de València. «Los jóvenes ya viajan gratis gracias al bono para menores de 31 años y a los adultos se les subvenciona el billete. Es decir, subir gratis al autobús en el día sin coches no marca la diferencia". Pero esta radiografía sobre la afluencia de viajeros en València y pedanías contrastaba con los datos ofrecidos desde el Ayuntamiento de València, que a las 12 horas del mediodía cifraba en 15.000 personas el incremento de usuarios de la EMT. 

También pudieron disfrutar de la jornada gratuita los usuarios de Metrovalencia en las seis líneas de la red, pero tal como indicaron fuentes de Ferrocarriles de la Generalitat Valenciana la afluencia se pareció a la de cualquier otro día lectivo. Algo más de 300.000 personas se subieron a los convoyes de la red. Por la mañana, de camino al trabajo o los centros escolares; y por la tarde y noche, en desplazamientos de ocio. De hecho el metro seguirá funcionando de manera gratuita hasta las 2 de la mañana. 

"Los tornos han estado abiertos todo el día, pero muchos turistas se han dirigido igualmente a las máquinas de autoventa y los trabajadores han tenido que informarles sobre la celebración", explicaron fuentes de Metrovalencia. 

Críticas de PSPV y Compromís

Durante la jornada de ayer, la concejala socialista María Pérez denunció el "cinismo" del Gobierno de María José Catalá por promover un Día Sin Coche «mientras trabaja intensamente los 364 días restantes para convertir de nuevo a València en la ciudad del coche y del vehículo privado».

Por su parte, el valencianista Giuseppe Grezzi  valoró muy negativamente "la desgana del gobierno de Català, que durante la Semana Europea de Movilidad está demostrando que quiere dejar paralizado el impulso de València en esta materia que hemos llevado a cabo en estos 8 años".