La muralla islámica aparece durante unas obras municipales en la calle San Vicente

Identifican restos del recinto defensivo con la barbacana y el "vall cobert" en la renovación del alcantarillado

La zanja de obra de San Vicente con los restos protegidos de la muralla

La zanja de obra de San Vicente con los restos protegidos de la muralla / Fernando Bustamante

València

Los arqueólogos han localizado en las obras de renovación de las canalizaciones que lleva a cabo la Concejalía del Ciclo del Agua en el primer tramo de la calle San Vicente, entre la plaza del Ayuntamiento y la de la Reina, esto es, en pleno centro urbano, los restos de la muralla islámica. Se trata de un hallazgo excepcional ya que se han identificado restos de la estructura defensiva casi al completo, incluida la barbacana (un muro defensivo situado delante de la propia muralla) y el «vall cobert», el colector de aguas residuales que se construyó en la ciudad medieval aprovechando la muralla.

 Tal como avanzaron a este diario los arqueólogos contratados para hacer el seguimiento de la obra de canalización de la delegación del Ciclo del Agua, ahora con Carlos Mundina al frente, era previsible que aparecieron los restos del muro defensivo islámico. Incluso se espera encontrar la puerta sur de la muralla )la de Bad Baytala o Boatella), con la que todavía no se ha dado en esta intervención, que supervisan al Servicio de Arqueología del Ayuntamiento de València y la Conselleria de Cultura.

Pese a lo estrecho de la zanja de obras, su longitud y profundidad han permitido documentar ya la muralla islámica y no se descarta que en niveles inferiores pudieran aparecer restos romanos, de la vía Augusta en concreto. 

La muralla árabe de Valencia comenzó a construirse durante el siglo XI y tenía un total de siete puertas (Bab al-Qantara que e encontraba por las Torres de Serranos y era la entrada Norte a la medina, la de Bab al-Hanax, ubicada entre la calle Salinas y Caballeros, que era la entrada Oeste, la de Bab al-Qaysariya, cerca de la actual calle de las Mantes y del Trench, que era la entrada al zoco, la de Bab Baytala, que se ubicaría en la calle de Cerrajeros y San Vicente Mártir y era la entrada sur, la puerta de Bab al-Xaria, que se encontraba en la actual plaza de San Vicente Ferrer y era la puerta Este y daba nombre al barrio de la Xerea, la puerta de Bab Ibn-Sakhar, cerca del Palacio del Temple y la de Bab al-Warraq en la calle del Salvador.

La muralla islámica es la mejor conservada de las tres que tuvo la ciudad al quedar integrada en la trama urbana. Sus potentes muros y torreones se pueden ver integrados en edificios públicos y privados. 

El Ayuntamiento de València inició en la anterior legislatura la restauración de la muralla islámica de la plaza del Ángel, donde se conserva uno de los mayores tramos del lienzo y un torreón circular. La intervención, en la que se ha recuperado la estructura defensiva al completo de la muralla, en toda su altura, ha quedado paralizada por desavenencias entre el ayuntamiento y el contratista.

El trazado de la muralla árabe discurría por la calle de les Roques, al oeste de la Torres de Serranos. Se dirigía por la calle Palomino, plaza del Ángel, plaza Navarros, plaza Beneito i Coll, calle de En Borràs, Adoberies, calle Baja, plaza de Sant Jaume y del Tossal, calle Bolsería, plaza del Mercado, María Cristina, San Ferran, Moratín, las Barcas, Pintor Sorolla, plaza d’Alfons el Magnànim y de Tetuán. 

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