El incendió del Saler calcinó 14 hectáreas y llegó al borde de las cinco torres desalojadas

Los bomberos trabajan aprovechando unas condiciones climatológicas mucho más favorables para refrescar la zona afectada y evitar posibles reproducciones

La indignación entre los vecinos aumenta porque de nuevo hay una persona intentando quemar el entorno de sus viviendas

Claudio Moreno

Claudio Moreno

València

El grave incendio desatado ayer en el parque natural del Saler calcinó unas 14 hectáreas y llegó al mismísimo borde de los cinco bloques que conforman la urbanización Aparwaks. Papeleras quemadas, árboles caídos, césped negruzco y hasta piscinas consumidas por las virulentas llamas. Ese es el paisaje descrito por los vecinos que hoy, tras pasar la noche fuera con la ansiedad y el fuego en la cabeza, esperan poder regresar a sus casas. 

Sobre cómo dormir después de haber visto llamas de 30 metros engullir tu finca se explaya Peter Wix, londinense afincado en una de las cinco fincas desalojadas en las inmediaciones del Hotel Sidi. “Al acostarme me venían imágenes de humo y llamas. Estamos tranquilos simplemente esperando que no le haya pasado nada a las torres”, relata este vecino del Saler. 

Wix explica que entre los vecinos hay cierta necesidad por saber cómo se prendieron los diferentes focos en la zona de monte bajo y matorral –la Guardia Civil habla de un mínimo de dos focos y trabaja con la hipótesis de que el nuevo incendio fue provocado–, y al mismo tiempo rumían una idea inquietante: el fuego ya está llamando a sus puertas. 

Declaraciones de vecinos desalojados por el incencio en el Saler: "Las llamas están muy cerca de los edificios"

JM LÓPEZ

"Hay mucha indignación entre los vecinos"

Pepa es una de las residentes de la Torre 1 de Aparwaks. Ella se dio cuenta de que un incendio acechaba a las fincas de apartamentos cuando salió a tender la ropa y percibió el intenso olor a quemado y la humareda que les cercaba. Inmediatamente, junto a su marido Pedro hizo las maletas y al bajar se encontró a un montón de vecinos organizados y pertrechados con mangueras y cubos intentando refrescar el edificio y apagar las palmeras que rodean la torre.

Los bomberos los persuadieron para que desistieran de esta tarea y abandonaran el lugar.

Pepa insiste en que lo que hay es "mucha indignación entre el vecindario porque hay una persona que fue investigada por presuntamente pegar fuego al parque, que tiene una orden de alejamiento del lugar y que está libre". Además en esta ocasión la cercanía de las llamas a las viviendas ha puesto en verdadero riesgo sus imuebles, tanto es así que, como hemos señalado, han pasado la noche fuera.

Mientras tanto, el operativo de bomberos aprovecha unas condiciones climatológicas mucho más favorables para trabajar en tierra y con medios aéreos  con el objetivo de refrescar la zona afectada y evitar posibles reproducciones, otro de los grandes temores de los vecinos desalojados.

Según explican fuentes de Bomberos de València, los vecinos están llamando al centro de comunicación del puesto de mando para dejar sus datos y ser avisados cuando el operativo dé por extinguido uno de los peores incendios que se recuerdan –y ya una decena en los últimos meses– en el pulmón verde de la ciudad en los últimos cuarenta años.

Tracking Pixel Contents