Colas en la protectora de Benimàmet: "Nos llevamos un perro que estaba atado a un palé"

Cientos de personas han acudido entre ayer y hoy a Modepran para dar una acogida temporal a los animales rescatados

Cola de gente en la protectora de Beimàmet

Cola de gente en la protectora de Beimàmet / LEVANTE-EMV

Claudio Moreno

Claudio Moreno

Cientos de personas han acudido entre ayer y hoy a la protectora de animales de Benimàmet, punto de encuentro masivo de quienes buscan rescatar a los perros y gatos afectados por la devastadora Dana. El centro gestionado por Modepran se ha visto obligado a albergar a los animales –más de 500– que antes esperaban familia en la protectora de Carlet, completamente destruida. Los desplazamientos desde el municipio del interior a València están siendo complicados y los voluntarios tardan más de cinco horas en trasladar a los animales de un punto a otro. 

El centro de Benimàmet ha movilizado a un contingente de voluntarios para agilizar la acogida; el objetivo principal es ir liberando espacio rápidamente para que vayan llegando más ejemplares afectados. También aquí se palpa el drama y la solidaridad ciudadana. En la puerta hay gente que lleva horas esperando a llevarse un animal. Gente que ayer se volvió con las manos vacías porque la protectora estaba desbordada. En principio su acogida iba a ser de dos semanas, pero en el refugio han empezado a decirles que quizás se prolongue varios meses. 

“Se han hecho llamamientos a través de las redes sociales y los grupos de whatsapp. Yo estoy esperando aquí desde hace cuatro horas”, cuenta Rosa, una futura madre de acogida. “Quien puede adopta y quien trae material, mucha gente está trayendo pienso, correas, camitas para los perros”, dice esta valenciana. 

Varios perros dados en acogida

Varios perros dados en acogida / LEVANTE-EMV

“Nosotros el martes llegamos a casa de milagro y nuestros animales lo pasaron muy mal”, explica Nieves, de Paterna. “Mi perros se escondieron debajo de las mantas porque el viento azotaba y rompía ventanas. En TikTok e Instagram no paran de hablar de esto, y si mis mascotas en casa lo pasaron mal, cómo lo estarán pasando aquí”, razona la paternera, que ha venido cargada con botellas de agua para repartir entre las personas solidarias. 

Menos gatos rescatados

Con varios perros ya entregados se marchaban satisfechos Javier y sus amigos. Al suyo lo han llamado Paolo, pero quizás le cambie el nombre. “Hay mucha gente queriendo ayudar. A este perrito lo ha traído la Policía Local. Estaba atado en un palé en la Torre, se había subido encima cuando subió la corriente para intentar sobrevivir”, cuenta el joven cántabro, que tendrá al animal un tiempo y luego subirá fotos a redes sociales para buscarle una familia más estable. 

Buena parte de los animales rescatados y entregados –con breve entrevista para valorar la idoneidad de la familia– son perros en condiciones muy difíciles, pero también hay algunos gatos. Yaiza es veterinaria, tiene varios gatos y viene a por más. “Son más huidizos. La mayoría de gatos habrán intentado escaparse de la tragedia. Los perros generalmente aguantan mejor las situaciones de estrés”.

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