"¿Un incendio en plaza de la Reina? Casi me da un infarto"

Los Bomberos de València llevan a cabo un simulacro en un parking subterráneo para actualizar su protocolo ante incendios provocados por coches eléctricos, cada vez más numerosos en la ciudad

Simulacro de incendio en el parking de la plaza de la Reina

Paco Calabuig

Claudio Moreno

Claudio Moreno

El centro histórico de València ha amanecido frío y soleado, con el trasiego habitual de vecinos y turistas insuflando vida a las zonas emblemáticas. Nada alteraba la paz de la ciudad, hasta que en torno a las 10.15 horas han empezado a llegar los primeros bomberos a la plaza de la Reina. Entonces se ha precipitado todo: una nube de humo blancuzco ha comenzado a salir del parking  subterráneo y un camión de bomberos ha atravesado San Vicente Mártir a toda velocidad y con las sirenas encendidas. “¡¿Pero qué está pasando aquí?!”, preguntaba un rider. “¿Es un incendio?”. Un periodista le ha comentado que se trataba de un simulacro y el hombre ha respirado aliviado. “Casi me da un infarto”. 

El ejercicio práctico del Departamento de Bomberos del Ayuntamiento de València se ha iniciado a partir de un escenario simulado en el que se ha producido el incendio de un vehículo eléctrico en el segundo sótano de dicho aparcamiento, cuya extinción es más compleja al tratarse de baterías eléctricas, “porque necesitan una inundación completa, que es muy complicada de realizar, porque necesitan una sofocación con mantas térmicas”, ha explicado Víctor López, oficial de la Subunidad de Prevención Operativa.

El mando de bomberos ha resaltado que el parque de vehículos eléctricos no para de crecer en València y estos, como ya ha ocurrido en alguna ocasión, pueden terminar envueltos en llamas cuando la batería alcanza mucha temperatura hasta que explota. No es la norma, no hay que alarmarse, pero conviene estar prevenidos y estudiar el comportamiento del fuego, con un humo extraordinariamente tóxico. El simulacro ha servido para actualizar los protocolos en este tipo de casos. 

Bomberos de València en el simulacro de la plaza de la Reina.

Bomberos de València en el simulacro de la plaza de la Reina. / F. Calabuig

Además de la extinción del fuego, los efectivos intervinientes han tenido que rescatar al personal atrapado en el centro de control del aparcamiento público, a una persona en silla de ruedas y a una segunda —y supuesta— víctima en estado de inconsciencia debido a la inhalación de humo. La elección del aparcamiento público de la plaza de la Reina para la ejecución del simulacro ha sido por su relevancia. 

El mayor riesgo de incendio se da en el proceso de carga. La normativa estatal no dice dónde ubicar los puntos de alimentación, pero la capital del Turia sí cuenta con un dictamen específico de 2022 que indica unas pautas genéricas que los parkings nuevos deberían seguir, como poner extintores de CO2 de 10 kilos cercanos a los puntos de cargas o tener un corte de suministro eléctrico a menos de 10 metros de cualquier salida de evacuación. 

4 minutos de oxígeno

Según ha explicado a Levante-EMV el responsable de la oficina de atención ciudadana que es el que se encarga de las campañas de concienciación y simulacros, Rafael Pons, en casos como el entrenado, con una aparcamiento donde la concentración de monóxido es tan alta, una persona tarda unos cuatro segundo en marearse y cuatro minutos en fallecer. El humo usado en el simulacro era de discoteca, respirable, pero el operativo ha sido el mismo: primero han metido un dron para inspeccionar el subsuelo y después han bajado con botellas de aire comprimido que permiten una autonomía de 35 a 45 minutos. 

Simulacro de incendio en la plaza de la Reina.

Simulacro de incendio en la plaza de la Reina. / F. Calabuig

Además de la extinción del fuego, los efectivos intervinientes han tenido que rescatar al personal atrapado en el centro de control del aparcamiento público, a una persona en silla de ruedas y a una segunda —y supuesta— víctima en estado de inconsciencia debido a la inhalación de humo. La elección del aparcamiento público de la plaza de la Reina para la ejecución del simulacro ha sido por su relevancia.

Tras la ejecución del simulacro, los efectivos del Departamento de Bomberos, Prevención Intervención en Emergencias y Protección Civil del Ayuntamiento, han puesto en común sus impresiones, han hecho un chequeo de sus propias actuaciones y de las del personal del aparcamiento público, para proponer futuras pautas de mejora.

“Este ejercicio se enmarca en una semana de prevención y simulacros que se están haciendo en distintos puntos de la ciudad y en diferentes casuísticas”, ha explicado in situ Juan Carlos Caballero, concejal delegado de Prevención y Extinción de Incendios. “Ya se han realizado en un centro de personas mayores, donde hay personas con movilidad reducida, y también se van a hacer simulacros en edificios de gran altura y en hospitales o centros públicos donde también se puedan dar situaciones de emergencia”, ha añadido Caballero. 

"Acabo de perder mi vuelo"

No todo era satisfacción a los pies del Micalet. “Mi coche está ahí abajo, tenía un vuelo y lo he perdido por esto”, contaba un residente del barrio de La Seu, partidario de los simulacros pero también de evitar los posibles perjuicios a terceros. “Esto es esencial hacerlo para que Protección Civil y Bomberos estén preparados, más después de la dana pero habría que avisar a los vecinos para evitar temas graves. Yo tengo insuficiencia crónica cardíaca, si de repente necesito el coche para ir al hospital, ¿qué hago?”, se preguntaba el vecino, recelando del factor sorpresa. 

Y también esperaba Blai fuera del aparcamiento a que terminaban las maniobras para poder acceder a su coche. “Yo tengo que ir al Hospital 9 d’Octubre a por unas medicinas, pero tengo el papel ahí dentro y no nos dicen cuándo acabarán”, explicaba inquieto antes de ponerse en la piel de los bomberos. “De todos modos, entiendo que tengan que formarse y aprender a reaccionar con ejercicios ante posibles eventualidades. Las personas también tenemos que estar formado aunque se den estas situaciones como la mía”, reflexionaba este vecino de Bocairent.

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