El plan de San Miguel concentra la edificabilidad en torres de ocho, diez y 15 alturas
Los propietarios del edificio de nueve alturas fuera de ordenación que distorsiona el entorno protegido y de huerta del monasterio serán realojados

Esquema del plan especial de San Miguel de los Reyes / A.V.
El plan especial de San Miguel de los Reyes que la Concejalía de Urbanismo llevará esta semana a la comisión de urbanismo y que contempla la construcción de 575 viviendas, el 16% de protección oficial, concentra la edificabilidad (136.136 metros cuadrados de superficie) en terrenos degradados ubicados al norte y sur del perímetro del monasterio, monumento de máxima protección patrimonial, considerado el "Escorial valenciano". El nuevo plan incluye la construcción de 10 edificios de entre cinco y 15 plantas. Las mayores alturas se concentran en tres torres, una de arquitectura "singular" de 15 plantas en el extremo más próximo al borde urbano con Tavernes Blanques, y otras dos de diez y tres de ocho al otro lado de la ronda norte, donde se concentra otra parte importante de la edificabilidad del ámbito.
La edificabilidad en altura concentrada en los extremos del ámbito permitirá ganar amplias zonas verdes frente al monasterio de San Miguel, rodeado de huerta protegida en buena parte de su perímetro. La actuación dará protagonismo y realzará el monumento.
Del entorno de San Miguel se han eliminado en los últimos años muchas edificaciones ruinosas, pero sigue pendiente la solución para el edificio de viviendas de nueve plantas ubicado justo enfrente del monasterio, que se declara en el nuevo plan fuera de ordenación y cuya demolición es necesaria para poder despejar y dignificar la entrada principal del monasterio, como prevé el gobierno de Mª José Catalá. La intención, como informó Levante-EMV, es desplazar al oeste el vial de tráfico actual que forma la avenida Constitución (antigua vía Augusta), un eje de intenso tráfico que conecta la capital con los pueblos del Norte de la capital y con Montcada. De este modo se generaría un amplio espacio ajardinado y peatonal en el acceso a San Miguel donde además quedaría integrada una antigua alquería, la de Tota. También se mantiene la alquería de Albors, incluida en el Catálogo de Bienes protegidos del Plan especial.
Fuentes de la Concejalía de Urbanismo apuntan que el destino del edificio fuera de ordenación situado en el número 273 de la avenida Constitución, con 50 viviendas, cuya estructura sobresale en la trama urbana, es desaparecer, si bien no es algo inmediato. La intención es acudir a un proceso similar al de los bloques portuarios y estudiar posibles realojos para las familias. Este edificio, destaca la memoria del nuevo plan especial de San Miguel, "no tiene ninguna relevancia en cuanto a su valor en el patrimonio cultural y representa una barrera visual que menoscaba la importancia del Monasterio y su Huerta". El plan prevé la reubicación en el propio ámbito de San Miguel de estos propietarios.
El Ayuntamiento de Valencia, como marca la legislación, recibirá en el plan de San Miguel los terrenos edificables y libres de cargas correspondientes, al menos, al 10% del aprovechamiento del sector. Contando con la edificabilidad correspondiente a esta cesión y a la de otros terrenos urbanos de propiedad municipal, la actuación genera suficiente edificabilidad de propiedad municipal para "acoger en el sector viviendas de nueva construcción en régimen de protección pública capaces de sustituir las residencias actuales", detalla el plan.

Así quedará el entorno de San Miguel / A.V.
El plan especial prevé generar 64.264 metros cuadrados de techo, de los que el 16 % se destinará a la construcción de 100 viviendas de protección pública, el 74 % a vivienda de renta libre que permitirá la construcción de 475 viviendas y un 10 % a terciario comercial”
El plan especial de San Miguel de los Reyes es una de los desarrollos previstos en el plan de ordenación urbana. Inicialmente se planteaba desarrollarlo vía expropiación, lo que encarecía y dilató el proceso durante más de dos décadas agravando la degradación del entorno de San Miguel. Con la nueva ordenación pormenorizada los terrenos se obtienen de manera gratuita incluyendo edificabilidad sin tocar las zonas de huerta protegida del entorno del monasterio.
Zona inundable
En la memoria del plan se recogen entre otras afecciones la inundabilidad de la zona, un factor que tras la dana del 29 de octubre cobra relevancia. El ámbito se ve afectado, apunta el plan, por una mancha que lo cruza en dirección este-oeste sobre los terrenos que separan el límite norte del casco urbano de Valencia y los núcleos de Tavernes Blanques y Alboraia. Esta lengua de terreno inundable a la que se asigna Peligrosidad 2 parte del límite sur del núcleo de Tavernes Blanques y va ganado amplitud a medida que se aproxima al mar, hacia el este sobre el límite urbano entre Valencia y Alboraia. Hacia el interior, esta área inundable remonta a lo largo del barranc del Palmar recogiendo aguas de los términos de Godella, Rocafort, Moncada o la propia Valencia, aunque en este caso se le supone una peligrosidad geomorfológica.
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