Avanza sin alegaciones la protección de 56 refugios de la Guerra Civil en València
La inclusión en el cátalogo de patrimonio histórico protegido de las construcciones bélicas se remite a la Consellería de Medio Ambiente para su aprobación definitiva

Edificio con refugio en la calle Lepanto / M.A.MONTESINOS
La Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de València ha aprobado este jueves de manera provisional, una vez superado el periodo de exposición pública sin recibir alegaciones, la modificación del Catálogo Estructural de Bienes y Espacios Protegidos de València para incluir en la categoria de Bien de Relevancia Local (BRL) con la categoría de Sitio Histórico de Interés Local (SHIL) 56 refugios antiaéreos de la Guerra Civil identificados y documentados en toda la ciudad. El acuerdo se remite ahora a la Comisión Territorial de Urbanismo de la Conselleria de Medio Ambiente para su aprobación definitiva.
El trabajo de inventario lo han llevado a cabo los arqueólogos de la Sección de Arqueología (SIAM), dependiente de la Concejalía de Acción Cultural, que en enero de 2024 plantearon en un informe la posibilidad de realizar un estudio general de los 55 refugios ubicados fuera del ámbito del Plan Especial de Ciutat Vella para su consideración conjunta y homogénea de forma que incluso los refugios que en un futuro puedan descubrirse por encontrarse en propiedades privadas o espacios con imposibilidad o de difícil acceso en la actualidad pudieran irse incorporando con idénticos criterios de catalogación.
En base a este informe, y a las peticiones de entidades cívicas como la Asociación Círculo por la defensa y Difusión del Patrimonio cultural, la Concejalía de Urbanismo y Vivienda inició en marzo pasado la tramitación del cambio del catálogo para incluir como Bien de Relevancia Local los refugios antiaéreos de la Guerra Civil que, hasta ahora, solo estaban protegidos en Ciutat Vella. El objetivo es evitar la pérdida de este patrimonio en un momento de intensa actividad constructiva en la ciudad, con derribos, obras y rehabilitaciones de fincas antiguas y solares para transformarlas en viviendas, hoteles o, más recientemente, apartamentos turísticos.
La protección como BRL limitará las intervenciones que se pueden llevar a cabo en los refugios de la guerra, que a priori deberán conservarse. La normativa de patrimonio permite para los BRL obras de restauración y de reforma con redistribución espacio interior. Los arqueólogos han elaborado una ficha detallada de los 56 refugios localizados, la mayoría ubicados en edificios privados, pero también en edificios públicos como colegios y fábricas. En cada ficha se indican las obras admisibles o previsibles en cada uno de los bienes y espacios. Además, los proyectos de intervención justificarán la procedencia de realizar obras de conservación y restauración, y en su caso, las obras de reforma con redistribución del espacio interior.
Cuando, excepcionalmente, la ficha y el proyecto de intervención contemplen la reforma con redistribución del espacio interior, no está permitido alterar las características estructurales o exteriores del edificio, debiendo mantener los elementos definitorios de la estructura arquitectónica o espacial tales como los espacios libres, alturas y forjados, jerarquización de volúmenes interiores, escaleras principales, el zaguán si lo hubiera, la fachada y los demás elementos propios. En cualquier caso, el proyecto de intervención debe llevarse a cabo y justificarse en base a pruebas documentales o conocimientos comprobados de su anterior situación, apunta el informe que acompaña la catalogación de los refugios.
Hasta ahora en la ciudad, que llegó a contar con más de 300 refugios de los que solo medio centenar se han podido catalogar, se han recuperado algunos refugios públicos, como el existente en el Ayuntamiento y el de la calle Serranos.
La protección genérica como Bien de Relevancia Local de los refugios obliga a sus propietarios a notificar cualquier intervención u obra que pueda alterarlos al ayuntamiento y la conselleria que decidirán una vez inspeccionada la estructura si se debe conservar o no reúne valores suficientes para ello. Uno de los más recientes que ha salido a la luz está en el número 1 de la calle Botànic, cerca del Mercado de Rojas Clemente, incluido en el catálogo y que se integrará en el futuro hotel que se está construyendo.
Del medio centenar de refugios propuestos para catalogación por el ayuntamiento, 20 son privados y de uso familiar construidos por los dueños que buscaban una protección cercana de las bombas y que se concentran en los barrios de l'Eixample y Extramurs, por lo general en fincas señoriales como la ubicada en el número 28 de Hernán Cortes, en la calle Sorní 18, Salamanca 16, en Conde Altea 54 o en Lepanto 31..
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