Arranca en Torrefiel el plan para crear 8.000 plazas de aparcamiento en solares

El gobierno de Catalá ha inaugurado o anunciado unas 630 plazas en Tarongers, Rascanya y Malva-rosa, el 7,8 % del objetivo fijado en campaña electoral

La alcaldesa da por resuelta la política de vivienda y se centra en los parkings

La alcaldesa María José Catalá y el concejal de Urbanismo Juan Giner visitan el nuevo aparcamiento de Torrefiel

La alcaldesa María José Catalá y el concejal de Urbanismo Juan Giner visitan el nuevo aparcamiento de Torrefiel / Germán Caballero

Claudio Moreno

Claudio Moreno

El PP de María José Catalá concurrió a las elecciones municipales de 2023 con cuatro propuestas relacionadas con la falta de aparcamiento en València: habilitar más de 8.000 plazas de estacionamiento público en 15 barrios de la ciudad, impulsar la rehabilitación del aparcamiento público de la plaza Don Juan de Vilarrasa, crear aparcamientos disuasorios en la periferia y reponer, en el mismo ámbito de influencia, cualquier plaza suprimida en una actuación urbanística. La llamada regla 1-1. Los populares prometían así acabar, o al menos moderar, la deambulación infinita -desquiciante- entre las calles de la ciudad a la caza de una plaza libre. 

De las cuatro promesas, la primera tal vez sea la más relevante. Las 8.000 plazas públicas. Sin embargo, han pasado 20 meses desde aquel 28M y el nuevo ejecutivo de Catalá -al que más tarde se sumó Vox- ha creado o anunciado algo más de 600 estacionamiento, lejos del objetivo fijado inicialmente. En septiembre suprimió un carril por sentido en la Avenida de Tarongers para crear 382 estacionamientos en línea, aliviando de alguna manera el caos desatado alrededor de Mestalla en día de partido. Más tarde, al estrenar la peatonalización de la Avenida de la Malvarrosa anunció que el barrio marítimo contaría con unas 90 nuevas plazas de parking, la mitad en la propia avenida y la otra mitad en un solar ubicado en Isabel de Villena, compensando de este modo la pérdida de estacionamiento y respondiendo a una de las grandes demandas del vecindario. 

Son aproximaciones al plan, pero fue ayer cuando verdaderamente arrancó el proyecto del ayuntamiento con la premisa que marcará los próximos meses: asfaltar solares baldíos. Aunque en algún momento se habló también de los aparcamientos en altura, como el que se levanta ya en el complejo deportivo y de ocio Roig Arena, la fórmula preferida del consistorio pasa por revisar todas las parcelas municipales o privadas con las que se pudiera alcanzar algún convenio para tener aparcamientos provisionales. El nuevo parking público de Torrefiel, inaugurado ayer por la propia alcaldesa, es el perfecto ejemplo. 

Este aparcamiento ubicado en un solar próximo a la plaza de Sant Jeroni tiene 157 plazas -cinco de ellas para personas con movilidad reducida- repartidas en un terreno de 4.000 metros cuadrados tras una inversión de 133.880 euros. En una apuesta por la sostenibilidad, la constructora ha reutilizado parte del material extraído de las obras en el mercado municipal de Torrefiel y, en lugar de imbornales, ha instalado zanjas drenantes en dos laterales que recogen el agua de la parcela en pendiente. 

Nueva prioridad

«Esta es una de tantas intervenciones que estamos planificando en solares que están en malas condiciones», explicó ayer la alcaldesa. «Teníamos dos compromisos electorales, el primero lo hemos prácticamente cumplido al año y medio de gestión, que eran las 1000 viviendas protegidas, y el segundo, el aparcamiento, estamos viendo cómo llegamos a ese objetivo», añadió Catalá. Preguntada por la promesa de 8.000 plazas de estacionamiento público, si eran o no viables considerando el ritmo de creación actual -llevan un 7,8%-, la alcaldesa insistió en la misma idea: «El objetivo es totalmente viable y lo vamos a hacer. Este año nos hemos centrado en la vivienda, pero ahora la segunda fase es el tema de los estacionamientos. Esta es la primera de muchas que ya estamos planificando, nuestro modelo de ciudad está claro, tenemos que cuidar al vecino y la cuestión del parking era un problema», resolvió, moviendo la prioridad de su ejecutivo de la vivienda al estacionamiento público.

Dentro de dicho modelo buscan solución otras alternativas a debate como la sustitución de la zona verde por otra naranja con aparcamiento de rotación o la vuelta del parking nocturno en el carril bus, ambas alejadas de la política de movilidad concebida por el Rialto.  

El ayuntamiento costeará el parking en altura del Cabanyal

Uno de los barrios con más urgencia de aparcamiento público es el Cabanyal, cuyo problema crónico se ve agravado por la condensación de turistas en la zona. El Plan Especial del Cabanyal contempla un aparcamiento en altura que, tal como adelantó Levante-EMV, se ha terminado comiendo un edificio de apartamentos turísticos, de modo que el ayuntamiento estaba buscando fórmulas para compensar esta dotación. Finalmente tendrá que costear las obras por sus propios medios. La alcaldesa descartó ayer que se licite la concesión, dado que «es un proyecto costoso y es muy difícil que una empresa externa asuma los costes de estos aparcamientos en altura». De hecho, el consistorio ya está valorando cómo financiar este proyecto a medio plazo en uno de los cuatro parkings en alturas previsto por el PEC, concretamente el ubicado en una parcela de unos 2.100 metros entre las calles Felipe de Gauna y Sánchez Coello. El estudio técnico encargado por la concejalía de Movilidad para dicha dotación determinó que la mejor propuesta pasaba por levantar un aparcamiento con rampas de acceso y fabricado «in situ». La propuesta de parking, si se encuentra en la horquilla de entre 260 a 275 plazas, exigirá al ayuntamiento una inversión de unos 5 millones.  

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