El ayuntamiento decreta el cierre de un club de fumadores de marihuana

El local ya fue clausurado y Actividades ha denegado ahora la reapertura por falta de los certificados de acústica y humos

La entidad afectada argumenta que ya ha realizado las reformas que le pedían y que ha aportado la documentación que le exigían

El club Veintiuno se ubica en la avenida de Blasco Ibáñez, en València.

El club Veintiuno se ubica en la avenida de Blasco Ibáñez, en València. / José Manuel López

José Miguel Vigara

José Miguel Vigara

El departamento de Actividades del Ayuntamiento de València ha decretado el cierre del local de la asociación cannabica, el club Veintiuno, ubicado en la Avenida de Blasco Ibáñez 126. La entidad solicitó el 12 de enero de 2022 la declaración responsable de obras y comunicación de actividad inocua al ayuntamiento. Tras un largo procedimiento administrativo, con un primer cierre incluido, en noviembre del año pasado, Veintiuno volvió a reclamar la reapertura de su sede pero Actividades defiende que la declaración responsable ambiental que ha presentado la asociación carece de una serie de documentos que acreditarían que se han aplicado una serie de medidas para evitar molestias al vecindario. Sobre todo, lo relacionado con el ruido que puedan generar los socios de este club de fumadores de cannabis; la correcta evacuación de los humos y el plan de seguridad o evacuación del local.

La asociación sostiene que ha hecho las reformas

El representante legal de la entidad, Benja Baeza, por contra, replica que en noviembre se volvieron a presentar ante el ayuntamiento los certificados que les exigen y que demuestran que se han realizado una serie de reformas para acabar con la contaminación acústica y con los olores derivados del consumo de marihuana, entre otros aspectos.

De hecho, el abogado sostiene que ya en julio del año pasado, cuando se produjo un primer cierre del local, volvieron a presentar ante el consistorio los documentos que les exigían. Entre otros, el 18 de julio, «se presenta la declaración responsable ambiental, la declaración responsable de técnicos competentes, el proyecto de apertura de actividad y el anexo técnico de actividades».

El propio ayuntamiento reconoce en un escrito enviado a la asociación Veintiuno que con la presentación de la declaración responsable ya podrían volver a reabrir la sede porque este local no necesita una licencia de actividad sino una declaración responsable. Aún así, el representante legal avanza que quieren mantener una serie de contactos con el ayuntamiento para explicarles que las actividades que se realizan en el club ya no perjudican al vecindario y que en ningún caso se trata de un lugar donde se va a traficar con drogas ni se va a permitir el consumo abusivo de cannabis o de otras sustancias.

Cartel de la fachada del club social, donde se especifica que es un local de acceso restringido.

Cartel de la fachada del club social, donde se especifica que es un local de acceso restringido. / José Manuel López

La Policía Local ya cerró el local

Por su parte, fuentes municipales señalan que la asociación cannábica «pidió licencia inocua en la Junta Municipal del Marítimo y en este órgano administrativo se emitió orden de cese de la actividad». El consistorio comunicó la resolución a la Policía Local, que se encargó de ejecutar el cierre. Después, apuntan las mismas fuentes, los representantes de la entidad «presentaron licencia en el departamento municipal de actividades y emitimos orden de cese nuevamente que comunicamos a la policía para su seguimiento». Ahora, en un expediente retomado en noviembre, «han vuelto a pedir nuevamente declaración responsable, en la que estamos tramitando nuevamente orden de cese».

Los servicios municipales se acogen «a la legislación, advirtiéndoles de la imposibilidad de presentar nuevamente una declaración ambiental responsable en el plazo establecido en la misma». Respecto al primer trámite, los técnicos remarcan que la licencia inocua solicitada en la Junta del Marítimo se desestimó allí y se cesó. «Mejor dicho -resaltan estas fuentes municipales- se comunicó la imposibilidad de seguir con la tramitación por no estar tipificada en las competencias propias de descentralización; y en el punto segundo, se advirtió de la imposibilidad de su funcionamiento porque era una declaración ambiental que tenía que tramitar actividades».

No es un negocio abierto al público

Por su parte, Actividades también adoptó resolución de imposibilidad de continuar con la tramitación «por carencia de documentación». Entre ellas, «certificados acústicos, estanqueidad, vertidos de humo, plan de seguridad, ... aspectos que nuevamente en la Declaración Responsable Ambiental que han vuelto a presentar, carecen de ellos». Por su parte, este portavoz de Veintiuno, apunta que el 8 de agosto de 2024 se presentó instancia para cumplimentar documentación adicional y «ya se decía que faltaba el certificado acústico y que se aportaría lo antes posible». En esta instancia se aportó, según el club de fumadores, «un certificado de arquitecto de estar todo conforme a normativa, la declaración responsable ambiental y un certificado de la empresa certificadora acústica respecto a la imposibilidad de aportar el certificado acústico».

El 23 de septiembre de 2024 se dictó la resolución del ayuntamiento inadmitiendo la tramitación de la declaración responsable de 28 de julio porque faltaba el certificado acústico y se determinó que se debía cerrar la actividad. El 15 de noviembre de 2024 se emite el certificado acústico. Dado que no se admitió la declaración responsable del 28 de julio de 2024, el 22 de noviembre,la entidad solicitante presentó «una nueva declaración responsable de apertura de actividad sin obras previas con todos los documentos requeridos - cambio de filtros, acústica, plan de seguridad, etc. ... » , relata su abogado. Según el artículo 69 de la Ley 6/2014 de actividades de la Comunitat Valenciana, la sola presentación de la declaración responsable ambiental con la documentación acreditativa «permite al interesado la apertura e inicio de la actividad transcurrido el plazo de un mes desde dicha presentación». Por ello, Benja Baeza sostiene que su cliente ya podría haber reabierto su sede en diciembre, un mes después de presentar la nueva declaración responsable, esto es, el 23 de diciembre. Aún así, reitera que quieren ir «de la mano del ayuntamiento» en este proyecto, aclara.

No hay tráfico de drogas y se promueve el consumo responsable

El club tiene unas normas de funcionamiento férreas. Entre otras cuestiones, «está estrictamente prohibido salir del local de la asociación en posesión de cannabis». Como máximo, por aforo, solo puede haber 50 miembros dentro del local de la asociación de forma simultánea. Todos los asociados «deben comportarse amablemente y no molestar a nadie». Antes de salir cada socio fumador «debe dejar su cannabis restante en su taquilla asignada» y cualquier miembro de la asociación, en posesión de un objeto o sustancia ilegal, que no sea cannabis, «será expulsado permanentemente y denunciado a las autoridades».

Asimismo, «está prohibido comprar o vender dentro de la asociación». De hecho, según matiza el abogado de Veintiuno, la marihuana que se fuma dentro del local es aportada por los propios socios y sí se permite el intercambio para probar nuevos tipos. «En ningún caso, hay tráfico de drogas», recalca esta fuente. De hecho, la proliferación de este tipo de clubes, lo entienden sus defensores como una forma eficaz y segura de luchar contra el tráfico de drogas y de promover el consumo responsable de cannabis.

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