Cecilia Herrero justifica su salida de Vox y advierte a Catalá: "La aritmética es la que es"

La concejala cierra filas con el exlíder de la formación y pareja sentimental, Juanma Badenas, suspendido de militancia por supuesta irregularidades en los contratos de Valencia Activa

Cecilia Herrero

Cecilia Herrero

València

Cecilia Herrero, una de los cuatro concejales que Vox obtuvo en el Ayuntamiento de Valencia, ha justificado este lunes su solicitud de baja de militancia de la formación que dirige Santiago Abascal por la falta de apoyo del partido frente al acoso sufrido por asesores "impuestos" por su partido desde Madrid y frente a la investigaciones, acusaciones y amenaza que ha sufrido en los últimos meses, entre ellas de delito de odio, y no ha aclarado si mantendrá su fidelidad al Gobierno de María José Catalá. "Haré lo que me dicte la conciencia, pero ahora la aritmética es la que es", ha dicho. Y es que Herrero sigue el camino del portavoz de la formación en València, Juan Manuel Badenas, expulsado de su partido tras la investigación interna abierta por los contratos supuestamente amañados de València Activa con la Fundación Imedes. Eso significa que Vox se queda con solo dos concejales y que tanto Celicia Herrero como Badenas pasarían al grupo de los No Adscritos, teniendo en su mano la mayoría del pleno e incluso una improbable moción de censura con Compromís y el Partido Socialista. En este sentido, Herrero ha asegurado que mantendrá la fidelidad a sus electores, a los que "no voy a abandonar".

Herrero comunicó ya el pasado jueves a su partido que causaba baja como militante, aunque tardó tres días en hacerlo oficial. Este domingo publicaba la decisión en su cuenta de X. Lo hacía depués de que la dirección nacional de Vox expulsara cautelarmente al portavoz de la formación en el Ayuntamiento de València, Juanma Badenas, por supuestas irregularidades en campañas publicitarias. Y este lunes ha dado los motivos. Breves.

Burlas y "moobing" de los asesores

En una comparecencia de apenas diez minutos en la que solo ha permitido tres preguntas. La ya exconcejala de Vox ha detallado que su marcha obedece a la "falta de apoyo" de la formación tanto en los procesos judiciales que le afectan como en amenazas sufridas con "pintadas" de una esvástica en su domicilio y la recepción de mensajes en los que se le deseaba "la muerte". También justifica su marcha por las "burlas", "mobbing laboral y personal" por parte de "asesores impuestos por un cargo relevante de la dirección nacional" del partido de Santiago Abascal así como por los "intentos de impedir que ejerza el derecho fundamental a la tutela jurídica efectiva y de defensa". Son situaciones que "se repiten desde hace un año". Unos argumentos con los que Herrero ha querido desmarcar su renuncia de la expulsión de Badenas.

Su marcha del partido no significa, sin embargo, su marcha del ayuntamiento. Todo parece indicar que tanto Badenas como Herrero seguirán en el consistorio, no renunciarán a su acta de concejal, y pasarían al grupo de los No Adscritos. Y en este sentido Herrero ha dado una de cal y otra de arena. Por un lado ha dicho que se mantendrá fiel a sus votantes, pero del mismo modo ha recordado a María José Catalá que la aritmética ha cambiado y la mayoría está en sus manos.

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