La lluvia y el calendario auguran unas Fallas menos masificadas tras tocar techo el año pasado
El gobierno municipal apuesta por atraer un turismo de calidad, con estancias más largas y respetuoso tanto con los vecinos como con la propia fiesta

Llenazo en la mascletà del 17 de marzo de 2023 / Germán Caballero

«Más no es mejor». El Ayuntamiento de València ha trazado su hoja de ruta para las Fallas apoyado en este sencillo lema. Más turistas no hacen mejores fiestas, vienen a decir haciendo virtud de la necesidad, pues en 2025 se espera una afluencia inferior a las cifras récords de los dos años anteriores, cuando la ciudad recibió en torno a un millón de turistas.
En este momento la ocupación hotelera se sitúa en un 70%, a nueve puntos de la registrada en 2024, mientras que los hosteleros prevén casi un 11% menos de facturación durante las presentes fiestas josefinas. Faltaría sumar las reservas de última hora del mercado nacional, un tanto remolón, pero el sector también está sufriendo cancelaciones que equilibran la balanza.
Preguntada por las previsiones, la concejala de Turismo, Paula Llobet, explica que el fin de semana grande de Fallas está consolidado a todos los niveles y en todos los mercados, también el internacional, que desde hace años sigue una línea ascendente con especial influencia del visitante alemán, francés, italiano y holandés. En ese sentido, el sector ha observado picos en las reservas del fin de semana -las noches del 14 y 15 de marzo se llega al 75%- pero sobre todo en las búsquedas del destino.
La concejala de Turismo explica que la «situación de partida era de un nivel muy alto y resultaba muy difícil batirla». ¿Se tocó techo? «Fueron las cifras óptimas. Siempre decimos que más no es mejor. Las Fallas dejan un impacto económico por encima de los 730 millones de euros, según los últimos informes, y evidentemente son fundamentales para la economía de la ciudad, pero más no es mejor, y estamos trabajando en los mercados emisores para tener un tipo de turista que tenga un alto valor añadido», explica Llobet.
Por alto valor añadido se refiere a visitantes con mayor poder adquisitivo, motivo por el cual se está trabajando en mercados como Estados Unidos o Canadá -con este último habrá conexión aérea directa desde junio-, pero también habla de turistas que se integren en la cultura de la ciudad y sean respetuosos, también en la convivencia con los vecinos, habitualmente compleja en los días de mayor trasiego. «Tampoco queremos más saturación porque eso puede afectar a la calidad del servicio y a la experiencia del visitante. Hay que cuidar el tipo de turismo que viene. Buscamos uno que alargue la estancia y deje un impacto económico mayor», resume la delegada de Turismo.
Sin embargo, más allá de la proyección municipal, que operará a medio plazo, si logra cuajar el replanteamiento cocinado desde las oficinas de Visit Valencia, la realidad es que las Fallas 2025 serán menos multitudinarias por tres factores de desventaja.
El primero tiene que ver con los caprichos del calendario. En 2024 la Nit del Foc cayó en lunes y el festivo San José en martes, de forma que el visitante nacional pudo hacer puente y estirar su estancia. El viaje a València cundía mucho más.
La segunda desventaja respecto al año pasado quizás tenga más peso aún. Las previsiones meteorológicas llevan días moviéndose en tonos grises y constantes amenazas de lluvia. Fallas suele ser la antesala de la primavera, pero este año toca aferrarse al paraguas y el chubasquero. Y si algo mueve al turista, más que un monumento de 20 metros, es el sol resplandeciente.
Superar la dana
El tercer factor condicionante es la barrancada sufrida hace casi cinco meses. Tras la peor catástrofe meteorológica de la historia del país el turismo cayó a niveles casi inéditos, solo empeorados por la pandemia. Algunas empresas locales tuvieron que salir adelante con un ERE. El 70% del trabajo en València ciudad depende del sector servicios, que está absolutamente vinculado al turismo, y este se vio muy resentido. El ayuntamiento suspendió todas las campañas durante mes y medio, incluida la promoción internacional. «No podíamos salir al mercado como si aquí no hubiese pasado nada», recuerda Llobet.
Pasado el trauma inicial, Visit Valencia diseñó una campaña de transición con un presupuesto de 1,5 millones -el mayor de la historia en este ámbito- para empezar a recuperar parte del turismo y tirar de la economía, y la inversión ha terminado dando sus frutos, como indica el repunte de búsquedas de destino para los próximos meses. Pese a ello, la capital de la provincia y toda su área metropolitana sigue en estado de vulnerabilidad, material y emocional.
Finalmente, sobre las mejoras introducidas, en el consistorio destacan dos aspectos: la protección del patrimonio con vallado desde el primer día, y la puesta en marcha de un plan especial para controlar la pirotecnia ilegal. «No permitiremos que la gente venga a València a tirar petardos sin control».
- Las Fallas necesitan una 'pensada
- La plaza de Toros y Renfe responden al ayuntamiento por el colapso en la mascletà
- ¿Hasta qué día puede visitarse el 'cadafal' de la Ofrenda?
- Accidente en la cremà de Zapadores: 'La gente ha empezado a gritar, ¡me quemo, me quemo!
- Exalumnos de Saragossà le piden que no ayude a PP-Vox con el topónimo de València
- Saqueo' a las flores de la ofrenda a la Virgen
- Falla Telefónica: 'había revuelo, miramos y estaba el rey apoyado en la valla
- Cuatro heridos, uno de gravedad, tras estallar un trueno de aviso en la cremà infantil de Zapadores