Benicalap cree por fin en el Nou Mestalla
El vecindario, que sigue con lupa la evolución de las obras, asegura que la pasada semana hubo "una gran reactivación" en las obras del estadio

J.M. López

Después de varias decepciones, de unos cuantos «sí» pero «no», el barrio de Benicalap asiste ahora expectante a la reanudación de las obras del Nou Mestalla. Casi 16 años después (desde febrero de 2009) de que la construcción quedase paralizada por falta de financiación, la actividad volvió por fin en enero pasado al recinto de Corts Valencianes, pero aún así hay dudas sobre si la reactivación va en serio o si se trata de una puesta en escena para ganar tiempo en busca de no se sabe qué. La sensación generalizada en el barrio es la de confianza. También hay quien no cree, pero hay un grito de desahogo extendido por las calles de «por fin esto se va terminar» para el año 2027, tal como anunció el Valencia CF.
Levante-EMV ha calibrado la opinión en las calles adyacentes a una mole de hormigón que hoy vuelve a respirar. Vecinos y comerciantes de Benicalap, entre ellos un buen número de personas jubiladas que ‘vigilan’ la evolución de las obras día a día, dan buena cuenta de la situación. «Se ve que ya están trabajando en las partes interiores. Por fuera ya han terminado de poner las mallas de seguridad y también están con los tabiques. Allí (señala hacia la zona norte del estadio) en el solar han quitado la amasadora de cemento, porque eso ahora ya no hace falta. Han estado tiempo limpiando todo de malas hierbas y hasta árboles que habían salido. Sí que hay mucha actividad, pero especialmente desde esta misma semana», explica Pepe, un vecino del barrio que pasea por la calle Amics del Corpus y que, como se puede comprobar, sigue el estado de la obra como el que exprime una serie de Netflix. Al detalle.
Aunque el recinto está cerrado, los jubilados tienen una visión privilegiada desde sus balcones
Esas mallas a las que se refiere Pepe es la red de color azul que envuelve el estadio para asegurar el perímetro y empezar a ‘meter mano’ en las gradas. «También hay obreros que han empezado estos últimos días a tabicar los primeros pisos de la parte exterior», añade.
El diagnóstico coincide con el cronograma de los proyectistas (Fenwick Iribarren). Una primera etapa, que debía extenderse hasta mayo pero que se ha adelantado un mes -tal como comunicó el Valencia CF la pasada semana-, consistía en el reacondicionamiento y limpiezas de los accesos y zonas de acopios, como la zona del terreno de juego que se puede observar en la foto principal del reportaje, así como la implantación de los primeros medios auxiliares. También incluía las catas y las reparaciones a realizar en las estructuras ya ejecutadas tras una revisión «exhaustiva» del graderío. Todos esos pasos ya están hechos.
No es algo científico, pero los jubilados ayudan a tener una radiografía muy aproximada de cómo va una obra. Aunque el recinto esté cerrado, desde los balcones hay una visión privilegiada. «Mis hermanos vienen a comer más a casa desde que volvieron las obras, Y tengo un primo de Albacete que ha venido a visitarme dos veces el último mes y antes casi no venía. ¿Sabes para qué quieren venir, verdad?», celebra con una sonrisa Antonio, que vive en una quinta altura de Nicasio Benlloch, con unas vistas panorámicas de la construcción y un seguimiento de la obra casi a tiemplo completo. Con sus prismáticos, dice, puede saber hasta cuando un obrero se para a fumar y cuál es su marca de tabaco.
«La obra iba a 200 por hora en 2009, y ahora hay menos gente trabajando porque lo que hay más son los especialistas. Ahora viene gente de ‘oficio’: el pisero, el alicatador, el pintor, el fontanero... Vienen empresas de fuera, hasta de Alemania vienen, ¿sabes?. Esto, con el dinero que se han gastado, claro que lo terminan. Enseguida. Pero si llega a ser por el ‘chino’ no se hace, es porque le están obligando», asegura Antonio mientras apura un cortado apoyado en la barra del Cierzo, un bar a 300 metros del futuro estadio del Valencia CF. Más que un espectador, es un especialista.
"Un primo de Albacete viene más a verme. Con los prismáticos puedo ver si un obrero para a fumar"
«Lo que están haciendo ahora es más vestir la estructura. Lo más gordo ya está hecho», coincide Juan, otro ‘entendido’ en la materia. Su diagnóstico parece certero, porque el arquitecto de la gran obra, Marck Fenwick, aseguró en su día que la parte gruesa de la obra «ya estaba hecha». «Falta, principalmente, ‘vestirlo’».
En Nicasio Benlloch, donde está la puerta por la que salen y entran los obreros, los comerciantes anuncian que desde la semana pasada «ha habido un gran incremento de la actividad». «Se ve que han estado casi 3 meses limpiando y revisando el material, pero esta semana el movimiento ha sido importante. Y ahí enfrente (señalando a otro solar donde están las oficinas portátiles de la obra), también se ve está viendo más gente que entra y sale. En dos años estamos jugando nosotras ahí», bromean Noelia y ‘Conce’.
Los nuevos tabiques
Desde su ventana, en el cuarto piso de un edificio de la misma calle, Pilar, jubilada cercana a los 80 años, también analiza los últimos avances de la obra. «Desde mi casa veo que están tapiando la parte de la grada de abajo, ya varios pisos, y esas barandillas las están poniendo ahora. Sí que van en serio, sí. Empiezan temprano, a las 8 ya están aquí. Muchos comen aquí, algunos se sientan en los bancos de calle con un táper y después vuelven al trabajo. Mira que son trabajadores», asegura.

Una vecina pasea por la calle Nicasio Benlloch junto a un bar con varios trabajadores. / J. M. López
En mitad de la calle Amics del Corpus, dos personas que hablan sobre la reunión de la finca de la noche anterior, hay debate. «En comparación a antes de pararse las obras, se ve poco movimiento. Yo he oído que están fabricando las chapas y que luego es montar», explica Isabel. «Pero hay mucha parsimonia. Con esas personas que están trabajando, no terminan en 10 años», le contesta José, un pesimista en medio del optimismo generalizado.
Por la misma calle pasa Ernesto Peñalosa, un venezolano que llegó al barrio hace dos años. «Desde que vi la noticia de que reactivavan la obra, no han parado. Quizá al principio se demoraron un poco mientras colocaban las redes de protección, pero ahora veo mucha gente, así que es evidente que están trabajando y no haciendo teatro», explica. «Si Dios lo permite, habrá partidos del Mundial de 2030 aquí. A ver si se da el milagro, se clasifica Venezuela y juega en València», añade.
Los que no creían y ahora sí
En dirección al corazón del barrio, hacia el parque de Benicalap, anda con prisa Elías, un comerciante de la zona. «Yo era muy incrédulo con esto, de verdad. Pero esta semana todo es diferente y solo puedes pensar que van en serio. Date una vuelta entera por el estadio y verás como hay más gente trabajando entre las gradas», explica. «Ahora sí van en serio, claro que sí. No puede ser de otra forma», añade un matrimonio que va camino del médico.
En el bar Nuevo Estadio, de nuevo en Nicasio Benlloch, los dueños acabaron hartos de esperar la reanudación de las obras y de las preguntas de los periodistas, siempre con la misma cantinela. Las dos mujeres que están trabajando son escuetas, pero están receptivas. Se lo creen. «Ahora van en serio. ¿Si terminarán en 2027? Eso ya no me atrevo a decirlo porque pueden pasar muchas cosas, pero están trabajando, de eso no hay duda», aseguran.
El Valencia CF tiene previsto trasladarse al Nou Mestalla en verano de 2027. La semana pasada, el club anunció que ya ha iniciado los trabajos de arquitectura en el interior del estadio, que estaban previstos para mayo. El Ayuntamiento sigue con lupa la evolución de la obra.
- Atropello grave en la avenida Peset Aleixandre de València
- Los dos nuevos barrios de València a los que llegará la EMT
- El pulso de una vecina de Ciutat Vella con un fondo de inversión: 'No paran de acosarme
- Rescatan a un menor que se encontraba en una barca hinchable en la playa de la Malva-rosa
- Cortes de tráfico en València por el triatlón 'Ironman 70.3' de este domingo
- Ofensiva municipal contra la colmena de 24 bajos turísticos en Safranar
- Valencia permitirá abrir 5.500 apartamentos turísticos más con la nueva normativa
- Declaran ilegales las obras en el edificio de la vecina expulsada de Ciutat Vella