El ayuntamiento cifra en 341 millones el coste del nuevo Mestalla, 34 más de lo anunciado por el Valencia CF

El Ayuntamiento de València se ha puesto riguroso con el Valencia CF y la construcción del nuevo Mestalla. La auditoría elaborada por Vielca Ingenieros para el consistorio eleva en 34 millones el coste del estadio, un 17% más de lo propuesto por el club, un dato que el consistorio utilizará como base para en caso de parar las obras exigir a Peter Lim el consiguiente depósito. Es una manera de presionar al club para que los trabajos recientemente reiniciados sigan su curso sin interrupción y así poder llegar, entre otros eventos, al Mundial de Fútbol de 2030.

Según el plan presentado por el club, elaborado para un estadio de 70.000 asientos, con pista de atletismo y con dotaciones acordes con las máximas competiciones, el nuevo Mestalla costaría 202.720.639 euros, sin impuestos. La obra ya construida está valorada en 63 millones, y a eso habría que añadir 30,4 de arquitectura, 67,6 de estructuras, 38,9 de instalaciones y 2,7 de servicios y control de calidad.

Diferencias en las valoraciones

La auditoría del Ayuntamiento de València, sin embargo, eleva esa cifra hasta los 237.146.675 euros, con unas subidas del 25, 12, 42 y 34 por ciento respectivamente en cada uno de los apartados aún pendientes. El coste de la obra ya hecha se mantiene inalterable.

A todo eso hay que añadir algunas obras anunciadas y no incluidas en el proyecto del club, como por ejemplo los marcadores, los tornos o las placas fotovoltaicas.

Y finalmente hay que sumar casi 60 millones de euros en concepto de IVA, lo que eleva el presupuesto final, según la auditoría, a los citados 341,4 millones de euros.

Base para presionar al club

Según fuentes municipales, esta auditoría, que en términos generales valida el plan presentado recientemente por el Valencia CF, tiene como principal objetivo poner una cifra sobre la mesa que deberá servir como referente, no el presupuesto del club, para en caso de que se paren las obras pedirle a Peter Lim que deposite el dinero que falta por invertir.

Se trataría, en definitiva, de advertir al propietario del club que parar la obra tiene unas consecuencias y que el ayuntamiento ya tiene una base real para exigirle una compensación por ese posible incumplimiento.