Los hoteles presionan para que no los limiten en barrios saturados de València
El ayuntamiento rechaza incluir los alquileres ocasionales en la regulación y mantiene la posibilidad de revertir usos terciarios a viviendas en los barrios saturados
La evaluación ambiental estratégica de la normativa de los "cinco candados" sale adelante y supera la fase de consultas

Transformación de un edificio residencial para usos turísticos en el Marítimo / GERMAN CABALLERO
El cambio en la normativa urbanística de València que impulsa el ayuntamiento para poner el freno a la creación de nuevas plazas turísticas, ya sean de hoteles, apartahoteles o viviendas turísticas en la capital, avanza con la aprobación de la Evaluación ambiental y territorial estratégica, proceso en el cual se han recibido sugerencias de la patronal hotelera Hosbec y de la Federación de Asociaciones de Vecinos. Mientras los primeros piden excepciones en las limitaciones a los nuevos hoteles que con los cambios normativos tendrían dificil cabida ya en distritos como Ciutat Vella o Poblat Marítims, los vecinos reclaman que las licencias para nuevos hoteles y apartamentos se congelen indefinidamente.
El Servicio de Planeamiento no ha tenido en consideración ninguna de las propuestas en este fase de tramitación de la denominada normativa de los cinco candados, por los cinco filtros que se incluirán para evitar nuevos usos turísticos en la capital con el objetivo de preservar los usos residenciales en un momento de grave crisis habitacional.
La Asociación Empresarial Hotelera y Turística de la Comunitat Valenciana (Hosbec) defiende lógicamente los intereses del sector y apunta que "el problema residen en la conversión de los inmuebles de uso residencial en viviendas de uso turístico y su comercialización a través de plataformas sin control". Los hoteles, apartamentos turísticos y demás establecimientos reglados "no son la causa de la turistificación" y contribuyen, afirman , al turismo "ordenado".
El fenómeno de la turistificación proviene, a juicio de los hoteleros, de la "presencia masiva de turistas en el espacio urbano" y de la "saturación en el acceso a los recursos por la población flotante". Por todo ello, proponen incluir como excepción en las restricciones a los nuevos hoteles las operaciones de rehabilitación integral de inmuebles, entendiendo como tales proyectos de mejora de accesibilidad, eficiencia energética o actuaciones singulares. Los técnicos del servicio de Planeamiento rechazan la excepción que plantean los hosteleros y apuntan que la reforma de edificos para usos hoteleros y la edificación de nuevos hoteles en suelos pendientes de urbanizar se considera parte del problema por lo que se rechaza la propuesta de Hosbec.
Reversión para vivienda
En la misma línea ha presentado sugerencias a la fase de información previo la mercantil Edificaciones del Este que reclama que se blinde de alguna manera el uso terciario en edificios donde en su momento se permitió la compatibilidad con el uso residencial y donde el cambio normativo introduce la posiblidad de revertir para uso como vivienda. Responde el ayuntamiento que la "evolución acelerada del alojamiento turístico en la ciudad" exige medidas que preserven el carácter residencial de los barrios. "Es necesario prevenir que el uso de alojamiento turístico y el interés inversor monopolice la actividad económica de la ciudad". Por tanto, "aunque el edificio existente se destine en exclusiva a uso terciario, si está en una zona residencial se dejará la puerta abierta a su transformación o reversión para uso residencial".
La Federación de Asociaciones de Vecinos, por su parte, ha presentado varias propuestas en la fase de consultas, entre ellas, que se apruebe de form a urgente un plan de reversión al uso residencial y la suspensión de la actividad de los pisos turísticos así como la prórroga indefinida de la moratoria a las licencias a los apartamentos turísticos, incluida Ciutat Vella. Recuerdan los técnicos municipales que las licencias no se pueden suspender indefinidamente y que una vez aprobado el plan se volverán a tramitar pero solo se otorgarán las que cumplan con las limitaciones.
También aluden los vecinos a la regulación de las viviendas alquiladas por periodos inferiores a un año y superiores a once días. El ayuntamiento rechaza la regulación de este tipo de viviendas incluidas en la normativa de arrendamientos urbanos que regula los alquileres para uso distinto a la vivienda. Aluden a los ejemplos de las viviendas alquiladas para profesores, estudiantes o los alquileres de temporada por motivos médicos o de trabajo.
El borrador de la nueva normativa reguladora de los usos turísticos de València que el ayuntamiento presentó en enero supera así la fase de consultas y evaluación estratégica. La nueva regulación, como ha informado este diario, incluye cinco «candados» o filtros que intentarán poner coto a la actividad. El cambio normativo va a acompañado de una moratoria a las nuevas licencias.
El primer control prohibirá la implantación de nuevos hoteles, hostales y apartamentos en los distritos donde se superen el 8% de número de plazas turísticas respecto el número de vecinos empadronados en el distrito.
En un segundo nivel de protección se aplicará en aquellos barrios que superen el 8% de número de plazas turísticas respecto el número de vecinos. Por otro lado, para evitar la pérdida del uso residencial en la ciudad y su sustitución por el uso turístico de forma generalizada, se establece una tercera protección dirigida a mantener el uso residencial por la que el número de viviendas turísticas y apartamentos turísticos no podrán superar el 2% del número de viviendas destinadas a uso residencial de cada barrio. Hasta ahora, las viviendas turísticas se habían limitado vía planeamiento urbanístico al 10% en el Cabanyal, que también entrará dentro de las nuevas limitaciones. La normativa no se aplicará en cambio en Ciutat Vella, que mantendrá sus propias restricciones.
Para evitar que las viviendas turísticas se concentren en una determinada zona de los barrios, se establece una cuarta protección de las viviendas que establece que las viviendas turísticas no pueden superar el 5% del total de las viviendas por manzana.
Un 15% de viviendas turísticas en bajos comerciales. Por último, se propone una quinta protección del comercio, ya que se limita al 15% de locales existentes en cada manzana de viviendas donde se puede desarrollar una vivienda turísticas, de forma que el 85% de los locales estarán destinados a oficinas, restaurantes, bares, peluquerías, ópticas, farmacias, clínicas, etc.
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