El Desfile de Resurrección se adelanta ante la previsión de lluvia

La Semana Santa Marinera empieza a despedirse con fuego y lo único que esperan ahora es que no lo haga con agua. A lo largo de la semana se ha sorteado esa inestabilidad que, demasiadas veces en los últimos años, les ha acompañado. El sábado, además, siendo el viento el acompañante de la jornada lo era en un día, el Sábado de Gloria, recogido, en el que buena parte de la actividad se hace de puertas adentro, sea en las sedes de los colectivos o en los templos. 

Hoy termina la fiesta, pero con amenaza de lluvia, tal como ocurrió el año pasado, en el que el desfile se echó a perder. En previsión de lo que pudiera pasan, la Junta Mayor, consultadas las asociaciones, han decidido adelantar el Desfile de Resurrección a las doce del mediodía.

Bendición del fuego en la Semana Santa Marinera

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Pero eso será el domingo. Mientras, el Sábado de Gloria pasó entre sus habituales contrastes. En la calle, las procesiones son muy pocas. El Cristo amortajado y cubierto con un sudario de tul, el del Santo Sepulcro, el que presidió el Santo Entierro, paseó por las calles del Rosario en un anda a hombros y escoltado por la Guardia Civil, sorteando el sol poniente y las rachas de viento. Contrastes de sábado porque los tambores, seña de identidad habitual para buscar y encontrar las procesiones, esta vez tenían que convivir con los altavoces. Es la forma sui generis de entender la Vigilia: estar en la sede social, con la música a volumen, con cervecita y papas. Y con los niños recuperando la calle para jugar. En algunas se trenzaban los ramos para el desfile de esta noche y por algunos portales podían verse personajes probándose la ropa de mañana. 

Símbolo del sacrificio

Mientras, en los templos se lleva a cabo la Bendición del Fuego, el oficio simbólico para recordar el sacrificio hecho por Jesús para con el hombre. Los templos siguen teniendo unas asistencias más que generosas, que sería lo deseable, para la comunidad cristiana, cualquier fin de semana de ordinario. 

Y luego, pirotecnia

Y luego había que esperar a medianoche para que otro fuego, el pirotécnico, anunciara la llegada de la Resurrección. A las doce en punto, porque es el día, que no la hora, en el relato bíblico, se materializó el cambio de registro. Para rematarlo hoy (a las 12, no a la una) esperando y deseando que el agua no apague el fuego.