¿Por qué la Semana Santa Marinera termina con un "Caracol"?
Una "coreografía" que interpreta la Hermandad del Santo Sepulcro es el final de la fiesta marinera
Moisés Domínguez
Un Caracol, que además salió perfecto, junto con la interpretación del pasodoble València, han sido el remate de la Semana Santa Marinera de 2025, a la que le quedan los actos de traslado de las imágenes que faltan a las parroquias, pero ya fuera dentro del programa más doméstico.
La Pasión en los Poblats no tiene un remate de forma más o menos espectacular, puesto que el último acto colectivo, el Desfile, finaliza como finaliza: cuando pasa el último de los colectivos. Una fría ambulancia marca el final del cortejo como lo había hecho un coche de Policía Local al principio. No hay un himno, ni fuegos artificiales que marquen ese final. Además, la socialización continúa durante la jornada, en las diferentes sedes, donde cofrades y hermanos acuden a comer.
Sin embargo, sí que hay un rito que, por significado y porque es, efectivamente, la última acción, puede y debe considerarse como Ceremonia de Clausura.
La Hermandad del Santo Sepulcro, que tiene un papel especialmente relevante tanto en el Santo Entierro como en el Desfile de Resurrección, acudió desde el final del desfile, en la Plaza del Rosario, andando hasta la Plaza de la Cruz. Allí, sin pararse, y con el estandarte presidiendo el centro de la plaza, empezaron a diseñar el "Caracol". Se le puede denominar "coreografía", que se desarrolla también en otras fiestas de la Pasión, que simboliza el vínculo con el pueblo, haciéndose y deshaciéndose, un particular inicio y final.
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Perfecta fíla india y perfecto "enrosque"
Los hermanos, de blanco inmaculado, los personajes y los músicos entran en perfecta fila india y van trazando un círculo, mientras la banda interpreta pasodobles del repertorio más popular. El Caracol es, primero, un gran corro de una tira, luego de dos, después de tres y así, hasta que se concentra en un limitado espacio, entrecruzándose unos y otros sin chocar. Un "enrosque" perfecto.
En un determinado momento, el hermano que abre el cortejo inicia la labor de deshacerlo, abriéndose cada vez más hasta que toda la plaza queda rodeada por los miembros de la hermandad, con los músicos en el centro terminando su interpretación. Como remate, el pasodoble marca el final tanto del Caracol como de la propia Semana Santa Marinera.
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