Los fieles en el rosario por el Papa: "Hay que seguir modernizando la Iglesia"

Los devotos de la ciudad de València no han fallado a la llamada de su arzobispo y han acudido en masa a la Basílica de la Virgen de los Desamparados para rezar un rosario por Francisco, que ha fallecido a primera hora de la mañana tras 12 años al frente de la Iglesia Católica. 

El arzobispo Enrique Benavent ha presidido el rosario dedicada a Jorge Mario Bergoglio, quien llevaba meses demostrando su cariño a los afectados por la dana y llegó a rezar frente a la imagen de la Virgen de los Desamparados. Benavent le ha querido devolver el gesto y ha pedido a la Virgen que "por su intercesión" le abran las puertas de la vida eterna al pontífice argentino.

Tras estas breves palabras, la oración ha comenzado a coro en un templo atestado de sacerdotes, monjas, devotos y curiosos atraídos por el movimiento en torno a la Basílica. La oración del rosario apenas ha durado media hora y ha concluido con una canción por el alma del Santo Padre.

El arzobispo Benavent dice que el próximo Papa deberá decidir sobre el papel de la mujer en la Iglesia

Una vez terminada la oración, austera como el Papa al que hoy despiden, algunos feligreses han abandonado el templo con la sensación de haber estado bajo el paraguas de un pontificado muy necesario para la institución: “Creo que la línea de Francisco deben seguirla incluso con más fuerza”, opinaba María Amparo, vecina de València. “Necesitamos una Iglesia más abierta. Él ha hecho muchas cosas y hay que seguir haciéndolas. Yo soy muy creyente y muy practicante, y considero que la Iglesia se está quedando estancada. Todos los cardenales que se presentan al papado son muy mayores y así es difícil modernizar la institución”, argumentaba la devota. 

También vecinas de la ciudad, feligresas de la parroquia San Miguel y San Sebastián, en el barrio del Botánico, Carmen y Amparo dejaban a un lado lo estructural y hablaban sobre los últimos días con aparente vitalidad de Jorge Bergoglio, para ellas, un espejismo. “Estaba mal pero ayer apareció en la plaza. Es la mejoría de la muerte. Tres días antes de fallecer se ponen un poco mejor y te llevas una alegría porque crees que van a superarlo, pero no es así. El Señor lo ha dispuesto así y hay que aceptarlo”, decían con resignación cristiana. 

El de hoy no será el único rezo por el pontífice fallecido. El Arzobispo de València ha dispuesto un luto hasta el 29 de abril y el 5 de mayo celebrará una misa solemne en la Catedral a las 19 horas, a la que estarán invitados sacerdotes, religiosos y fieles.