La política fiscal de València abre una brecha entre gobierno y oposición

La política fiscal del Ayuntamiento de València ha acaparado buena parte del pleno municipal del mes de abril tras agrupar en varios puntos la aprobación del Plan Económico Financiero 2025-2026, la cuarta modificación del Presupuesto 2025 y la tercera relación de expedientes de reconocimientos extrajudiciales de créditos y obligaciones 2025. Todos los puntos han salido adelante con el apoyo de PP y Vox y el rechazo de la oposición. 

En el debate, el portavoz socialista Borja Sanjuán ha recordado a la titular de Hacienda, María José Ferrer San Segundo, que durante varios plenos le había estado advirtiendo sobre la necesidad de aprobar un plan económico financiero para la ciudad, algo que la concejala del PP había descartado en sucesivas ocasiones. 

Según ha explicado Sanjuán, este plan consiste en compensar la rebaja fiscal del IBI a los inmuebles de los barrios más pudientes de València, una rebaja que habría sacado 53 millones de capacidad de gasto, y que ahora se ve equilibrada con la subida del ICIO y la tasa de residuos sin bonificaciones a las familias con menor poder adquisitivo.

Por su parte, la concejala de Compromís Eva Coscollà ha considerado que, detrás de cada punto relacionado con Hacienda, siempre hay una “lógica de improvisación y falta de planificación”. “El Plan Económico Financiero”, ha añadido, “es una medida correctora porque han incumplido la regla de gasto en más de 52 millones. Es lo que pasa cuando bajas impuestos sin medir consecuencias. Nos hacen creer que es una situación coyuntural por la dana o un cambio de criterio del ministerio, pero en realidad el plan se exige en un documento de 2024 sobre liquidación de 2023. Este plan nos somete a la tutela financiera de la Generalitat y el Ministerio. Además van a amortizar deuda porque están obligados a hacerlo y aprobarán una modificación de crédito cuyo aporte de la dana no llega al 5%. De buenos gestores no tenéis nada”, le ha espetado Coscollà al gobierno. 

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Durante su turno de intervención, San Segundo ha defendido la aprobación del citado plan económico por un cambio de criterio del ministerio que no había sido notificado convenientemente. En principio, ha señalado la concejala, una entidad local que cerrara con superávit –tal como hizo el ayuntamiento con más de 102 millones– no necesitaría el plan de gasto, algo que venía recogido en informe gubernamental, pero ha sido después de la liquidación “cuando el gobierno ha cambiado de opinión y ha dicho que va a exigir el Plan Económico Financiero”. 

En cuanto a los impuestos, que es donde ha estado la verdadera carga del debate, San Segundo ha defendido hasta en tres ocasiones la bajada fiscal como respuesta a la subida que hizo el gobierno del Rialto “hasta en dos ocasiones”. Era una promesa y este gobierno ha cumplido”, ha señalado, afeando además a la oposición que no exija a Pedro Sánchez eximir de impuestos como el IBI o el IAE a los afectados por la dana. 

Finalmente, dentro del mismo campo pero cambiando el tercio, Coscollà ha criticado que la ejecución presupuestaria es inferior a la de los dos años anteriores, con 14 servicios donde se ha ejecutado un 0% y muchos otros, de calado como comercio, playas o Devesa Albufera, donde la ejecución no supera el 5%. “Ustedes han maquillado sus datos”, ha resumido la valencianista. “Tienen menos inversiones, menos ejecución pero más propaganda”.