Carriles bici y peatonalizaciones destacan en los primeros presupuestos participativos de Catalá

Los primeros presupuestos participativos que impulsa el gobierno de PP y Vox en el Ayuntamiento de València ya han recibido las primeras propuestas. El plazo para presentar proyectos de inversión se abrió el pasado 29 de abril y se han recibido ya una treintena de iniciativas de algunos de los 19 distritos entre los que se repartirán los 16 millones de euros dispuestos por el gobierno municipal para esta nueva edición de los presupuestos participativos, que llegan en formato digital y presencial, con votaciones abiertas a toda a la ciudadanía, que podrá valorar propuestas de otros barrios aunque no resida en ellos e incluso votarlas en contra, lo que ha generado las críticas de Compromís y PSPV. Más que participación habrá confrontación, advierten.

La revisión de las políticas de creación de carriles bici y peatonalizaciones ha sido una de las banderas del nuevo gobierno de Mª José Catalá. Paradójicamente, la mayoría de propuestas vecinales que están llegando está relacionada con la construcción o mejora de carriles bici, peatonalizaciones y mejoras en la movilidad, entre ellas, hacer accesibles las escalinatas de las torres de Quart y Serranos, peatonalizar la calle Jorge Juan, una de los principales ejes comerciales de l'Eixample, o hacer un nuevo eje ciclista segregado en la calle Yecla y en la avenida Campanar.

En l'Olivereta, proponen demoler o acondicionar la Casa del Agua, uno de los elementos del primer tramo del Jardín del Turia, diseñado en los años 90,por el despacho Vetges Tu que fue concebida como retén de la policía local, un uso que no llegó a cuajar. El edificio y su pasarela llevan años sufriendo pintadas y vandalización.

Los vecinos de Algirós han propuesto la instalación de una valla fija en la plaza Honduras, conocida zona de ocio nocturno donde se instalan vallas cada jueves y durante todo el fin de semana para proteger el espacio ajardinado. Los vecinos piden que se instale una valla estática similar a la colocada en la plaza del Cedro. 

València busca una "solución" para situar los arcos chinos en Pelayo

Los vecinos de Forn d'Alcedo, en Pobles del Sud, una de las pedanías afectadas por la dana proponen varias mejoras de movilidad sostenible con la ciudad. Proponen la creación de un acceso peatonal seguro para cruzar el nuevo cauce del Turia. "Una necesidad que se hizo evidente el pasado 29 de octubre, cuando la población "quedó totalmente incomunicada y la única vía de escape era ir andando por la autovía". En Forn d'Alcedo plantean además una vía verde para conectar con la vecina población de la Torre, que también quedó arrasada por la dana.

En el distrito de los Poblats Maritims, el Cabanyal ya ha presentado propuestas de inversión, en concreto, demandan la creación de zona de aparcamiento naranja, de uso preferente para residentes. El barrio, "es cada día más turístico lo que dificulta a los vecinos poder aparcar nuestros vehículos al volver de trabajar. Es urgente la creación de zonas de aparcamiento exclusivas para residentes, como ya se han creado en otros barrios del centro de Valencia", apunta esta propuesta.

Sin inversión asegurada para los barrios más despoblados

Una de las las novedades que también ha traído polémica en los presupuestos participativos del PP es que no hay reserva fija para los barrios y pedanías menos pobladas como ocurría en anteriores años, en los que se reservaban unos tres millones de euros para repartir entre los pueblos y barrios con menos habitantes, como Poble Nou, con apenas 400 habitantes, o Natzaret (6.000), a fin de que siempre hubiera una inversión mínima. La Asociación de Vecinos de Natzaret ya se ha pronunciado al respecto para recordar que dejó de participar en las últimas convocatorias porque se penaliza a los barrios con menor población como Natzaret, "el barrio con menor renta de todo el distrito Marítimo". "El ayuntamiento deberá corregir estas discriminaciones que se puedan dar en todos los distritos". El portavoz de la asociación, Julio Moltó, anuncia que pedirán a la concejala de Participación Ciudadana, Julia Climent, que corrija esta situación.

A revisión más de cien obras atascadas de los presupuestos participativos

En la misma línea, la Associació Veïnal de Poble Nou considera que los presupuestos participativos son "un claro paso atrás" para los pueblos de València. "En las anteriores ediciones se consiguió corregir la doble discriminación que sufrían ya que se les penalizaba por ser núcleos con pocos habitantes y también por ser mayoritariamente zonas rurales que históricamente han sido maltratadas por el Ayuntamiento de València a nivel de inversiones". En las últimas ediciones de los presupuestos participativos el ayuntamiento destinó un presupuesto para cada población que al menos garantizaba una inversión mínima. Fruto de estas partidas se pudieron comprar sillas y mesas para las fiestas del pueblo, se ha construido un parque infantil o se renaturalizará la plaza del pueblo (cuando se ejecute), detallan fuentes de la asoción vecinal de Poble Nou. "La edición que impulsa el gobierno de Catalá, de nuevo nos obliga a competir con pueblos que quintuplican nuestra población y y la opción del voto en contra convierte los participativos en una guerra entre vecinos".

Los distritos con más presupuesto son los más poblados con Quatre Carreres, donde se incluyen los barrios del entorno de la nueva Fe, como Malilla, Fuente de San Luis y en Corts, a la cabeza con 1,4 millones de euros asignados; seguido de Poblats Marítims y Rascanya (ambos con 1,2 millones); Benicalp, Jesús, l'Olivereta (todos con 1,1 millones de euros) y Patraix y Camins al Grao, con un millón de euros. Pobles del Nord, uno de los distritos más despoblados, con 375.000 euros, y Pla del Real, el barrio de las rentas altas, con 380.000 euros son los distritos que menos inversión a distribuir tienen.

La ciudadanía podrá presentar hasta el próximo 31 de mayo sus propuestas de inversión. A partir del día 1 de junio, hasta el 22 del mismo mes, se podrán dar apoyos a las propuestas planteadas. Posterioremente los técnicos municipales llevarán a cabo una nueva criba con un estudio de viabilidad económica. Finalmente, las votaciones a favor o en contra arrancarán el 15 de septiembre. Los primeros presupuestos participativos de València arrancaron en 2015. El PP, cuando estaba en la oposición, los criticó con contundencia por su escaso nivel de ejecución y por las propuestas, algunas disparatadas y de difícil ejecución, que con pocos votos lograban salir adelante. Uno de los casos paradigmáticos fueron los arcos chinos de Russafa, propuesta que finalmente decayó.

Suscríbete para seguir leyendo