El supermercado de la droga del Grao se transforma en un coliving de lujo

Una empresa privada promueve en la calle Bello un edificio residencial comunitario, con 158 viviendas tipo estudio, con espacios amplias zonas comunes, piscina, gimnasio y lavandería

Solar de la calle Bello donde estaba el supermercado de la droga del Grao y ahora se harán 158 viviendas tipo estudio con piscina

Solar de la calle Bello donde estaba el supermercado de la droga del Grao y ahora se harán 158 viviendas tipo estudio con piscina

València

El Ayuntamiento de València ha sacado a exposición pública la licencia de obras para la construcción de un nuevo edificio residencial comunitario, lo que se denomina un "coliving", un edificio con 158 viviendas tipo estudio, con zonas comunes que incluyen desde gimnasio y lavandería hasta un patio ajardinado con piscina. El edificio, que promueve Aedas Homes, se construirá en el solar que ocupaban las "casitas rosas del Grao", en la esquina de la calle Bello con Vidal de Blanes, en el que fue uno de los puntos negros de la venta de droga del Marítimo. La imagen de grandes colas esperando para comprar droga en los degradados bloques de la calle Bello se hicieron famosas y dieron pie a la apertura de un expediente de declaración de ruina del ayuntamiento. Las fincas fueron derribadas en 2020 y ahora en su lugar la citada promotora inmobiliaria contruirá un edificio de viviendas compartidas.

"No van a ser apartamentos turísticos, es todo residencial", recalcan fuentes de la Concejalía de Urbanismo, con Juan Giner al frente, que impulsa un cambio normativo para incluir las nuevas fórmulas habitacionales como el "coliving", "cohousing" o "flexliving" adaptadas a la evolución de las estructuras familiares como son los hogares monoparentales o los "singles", personas que viven solas. Con este proyecto, añade el concejal, "se regenerará una zona" que durante años estuvo castigada por el problema del narcotráfico al por menor.

El nuevo edificio de coliving tiene forma de L y cuatro plantas más ático. Las zonas comunitarias se ubicarán en las plantas baja y primera y en el ático. El coliving ofrece áreas de descanso, de trabajo, cocina, comedor, gimnasio y zona de proyecciones. El edificio también contará con un espacio de lavandería para los usuarios. Además incluye un apartamiento para bicicletas con 32 plazas. Una de las características de este modelo de alojamientos es generar vida social y "comunidad". Las alturas superiores se reservarán para los 158 apartamentos privados, que tendrán una pequeña cocina integrada y baño propio. Algunos de ellos dispondrán de terraza o patio. La piscina proyectada en el patio que ocupa el espacio central de la L incluirá una zona de playa y dispondrá de grúa portátil para personas con movilidad reducida.Todos los estudios serán individuales y seis de ellos, accesibles.

La previsión del promotor es abrir a principios de 2027. El edificio lo operará la firma Urban Campus. La previsión es que los estudios se alquilen por un periodo mínimo de un año, con precios que rondarán los 900 euros. No es el primer coliving que abre en la zona. En el PAI del Camí Fondo, recayente a la calle Juan Verdaguer, a solo unos metros de la calle Bello, también se han abierto edificios enteros destinados a este modelo residencial comunitario.

Nuevas formas de habitar

El Ayuntamiento de València impulsa un cambio de las normas urbanísticas del Plan General de Valencia, que más de tres décadas después de su aprobación ha de adaptarse a las nuevass realidades inmobiliarias. El ayuntamiento busca así clarificar el régimen residencial o terciario de estas nuevas formas de residencia. La nueva normativa contemplará las nuevas figuras del "coliving", una modalidad habitacional de inmueble compartido en la que el espacio privativo se reduce al dormitorio y un baño y el resto de los espacios de estancia, cocina, lavandería y demás se comparten; el "cohousing", una variante del edificio de viviendas tradicional en la que predomina una mayor superficie de zonas comunitarias para la convivencia vecinal sobre las zonas privativas de cada vivienda; y el "flexliving", una modalidad de alquiler no vinculado a usos turísticos que se da en edificios de vivienda o alojamiento en régimen de cohousing o coliving. Si incluye la prestación comunitaria de los servicios de mantenimiento y hostelería, se considera un uso terciario.

Con el cambio normativo pasar de una vivienda a un cohousing, no precisará una licencia de cambio de uso, pues ambos son usos residenciales; y, salvo que en las normas de cada zona se disponga otra cosa, allí donde esté permitida la vivienda estará permitido el cohousing. Por el contrario, el paso de una vivienda a un flexliving con prestación de servicios de mantenimiento, comporta un cambio de uso que sí precisará de los correspondientes títulos habilitantes y que quedará determinado por la compatibilidad o prohibición del uso terciario.

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