Red Eléctrica construirá la subestación de San Isidro en altura para evitar inundaciones
La compañía readapta el proyecto y elevará la nueva planta metro y medio para salvar crecidas del Turia
Los vecinos del barrio llevan años pidiendo que la infraestructura vaya soterrada
Esta subestación deberá reemplazar a la de Patraix, que en 2007 explotó a siete metros de las viviendas

La actual subestación de Patraix a la espera de un teórico traslado / Miguel Angel Montesinos

El proyecto de nueva subestación eléctrica prevista para el barrio de San Isidro ha sufrido una modificación importante relacionada con la barrancada del pasado 29 de octubre. De acuerdo con la Planificación vigente 2021-2026 del Ministerio para la Transición Ecológica, de carácter vinculante, Red Eléctrica presentó el proyecto de construcción de la nueva subestación de Nuevo Cauce 220kV a su tramitación ante la administración competente en febrero de 2024. Al tratarse de una infraestructura para la red de transporte de 220 kV, la competencia la tiene transferida la administración autonómica —concretamente la Conselleria de Industria—, caso distinto de las subestaciones de 400KV, normalmente bajo el paraguas del Gobierno central.
Pues bien, tras el impacto de la dana en la provincia de València, y en el marco de este mismo procedimiento de tramitación administrativa, el proyecto ha sido revisado por Red Eléctrica para introducir medidas correctoras de resiliencia. Según explican fuentes de la compañía, una vez se superen los numerosos hitos previstos en su tramitación, la idea es elevar la nueva subestación un metro y medio sobre la plataforma inicialmente concebida para evitar futuras riadas. Es decir, adoptar el modelo Ikea que consiguió salvar su tienda en el devastado municipio de Alfafar.
Tal como ocurrió con la tienda sueca, cuyo plan original era diferente —preveían edificar una planta de aparcamiento bajo tierra, otra a cota cero y la tienda por encima del parking—, los técnicos de Red Eléctrica han decidido modificar el diseño ahora que todavía sigue en fase de tramitación. Acuden a la precaución porque la pastilla de suelo reservada para la nueva planta está situada junto al nuevo cauce del Turia, en un terreno aislado entre el Cementerio General de València y las cocheras de la EMT, y el 29 de octubre el río llegó a registrar una crecida de hasta 2.030 m3/s (lejos no obstante del máximo de 4.300 m3/s que soporta el trazado del Plan Sur).
Tras realizar esta modificación de proyecto, se retomará la tramitación, saldrá a información pública y posteriormente llegará la declaración de impacto ambiental, la autorización administrativa previa, la autorización administrativa de construcción y la declaración de utilidad pública. Una ver cumplimentados todos estos trámites, se estima un plazo de construcción de 18 meses. El coste de la infraestructura recae en Red Eléctrica (la parte de transporte) e I-DE (por parte de distribución, del grupo Iberdrola), que luego perciben una retribución del sistema. Esta retribución procede de la factura de la luz.
Soterramiento
El pasado jueves 15 de mayo, la Asociación de Vecinos del Barrio de San Isidro manifiestó, 18 años después de la explosión de la subestación de Patraix, su «oposición firme y rotunda a cualquier proyecto de traslado y construcción de la nueva subestación eléctrica «Nuevo Cauce que no contemple su ejecución completamente soterrada».

Una de las muchas protestas vecinales contra la subestación eléctrica de Patraix / Miguel Angel Montesinos
La asociación recordó que en sucesivas reuniones con gobiernos municipales -tanto anteriores como actuales- , la última con la propia alcaldesa María José Catalá en su visita al barrio para el inicio de las obras del polideportivo el pasado 5 de febrero, se insistió y recordó que el soterramiento era un compromiso del Ayuntamiento ante Red Eléctrica, en consonancia con la FAAVV, las recomendaciones de salud pública y el principio de precaución de la OMS. Así, desde la entidad vecinale manifestaron no aceptar «bajo ningún concepto una instalación visible ni expuesta sobre el entorno urbano de San Isidro, aún con 400 m de distancia».
Explosión
El 15 de mayo de 2007, una explosión en la subestación de Patraix dejó sin servicio a casi 50.000 clientes de Iberdrola y evidenció el peligro de esta instalación situada a siete metros de las viviendas. A partir de entonces dio comienzo una batalla vecinal que logró, entre otras cosas, el compromiso del Gobierno central de trasladar la subestación eléctrica a «otra ubicación más idónea». Fue en 2018. Y aunque el compromiso sigue vigente, la tramitación avanza al ralentí.
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