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Los tribunales paralizan el cierre de los restaurantes de la Marina de València

Confirman que el ayuntamiento debe ir a la vía civil para conseguir la clausura

El ayuntamiento abrirá el proceso judicial el 1 de junio si antes no les entregan las llaves

Restaurantes de la Marina de València.

Restaurantes de la Marina de València. / Levante-EMV

José Parrilla

José Parrilla

València

El juzgado de lo contencioso administrativo número 6 de València ha acordado suspender el cese de actividad de los restaurantes Destino Puerto, Camarote y Dos Lunas ordenado por el Ayuntamiento de Valencia , por considerar que deber ser la vía civil quien formule tal orden de cierre y, además, indica que "cuando el bien de esta titularidad no esté destinado a un interés público no procede ordenar un deshaucio administrativo porque son bienes de naturaleza patrimonial. Con lo cual, han estimado nuestra petición de suspensión", según ha afirmado el portavoz del despacho de abogados Chapapria-Navarro&Asociados , Juan Chapapria.

La resolución judicial va en línea con la resolución judicial que obtuvo otro restaurante con la concesión caducada afectada por la orden de cese de actividad del consistorio, Vlue Arribar, al que también los servicios jurídicos dieron la razón en un recurso administrativo al reconocer que la resolución de las concesiones de los cuatro restaurantes ubicados en la cubierta del Veles e Vents son contratos privados y corresponde dirimir a la justificia ordinaria.

El Ayuntamiento de València, por su parte, asegura que acudirá a la vía judicial para reclamar la devolución de los restaurantes con las concesiones caducadas si el 31 de este mes los hosteleros no han entregado las llaves al consistorio. Admite que tienen que ir a la vía civil para recuperar estos locales, aunque advierten de que su situación será irregular una vez agotada la concesión.

Los hosteros afectados aseguran, sin embargo, que con la decisión del juzgado de lo contencioso queda nulo el desalojo contemplado en la concesión de la prórroga así como carecen de sentido las manifestaciones de los responsables del equipo de gobierno de que el 31 de mayo deberán cerrar los tres restaurantes, explican los abogados de los tres restaurantes recurrentes.

Instalaciones abiertas

Según los propietarios de estos restaurantes, las instalaciones seguirán abiertas y atendiendo a sus clientes así como los compromisos adquiridos con anterioridad y aquellos que se puedan alcanzar para celebrar sus fines contemplados en la licencia. Los locales, además, se reservan el derecho de exigir indemnizaciones en el caso de los "supuestos de suspensiones originadas por incluir y difundir la orden del cese de actividad", según el mismo portavoz.

Chapapria añade que "será el juzgado de lo civil quien conforme a dicha normativa acuerde las consecuencias del incumplimiento de la entrega del local, en el caso, de que se considere por el juez de lo civil, que no procede la prórroga del arrendamiento. Lo cierto es que la prerrogativa de recuperar de oficio por el ayuntamiento alguno de los tres locales no se contempla porque son bienes patrimoniales", precisa.

Además, "las denuncias de la Policía Local carecen de fundamento administrativo ante la suspensión del cierre y desde el despacho de abogados se recurrirán los acuerdos acordados en la junta de gobierno local del Ayuntamiento de Valencia ordenando el cierre y la recuperación de los mismos adjudicándolos a una organización sin ánimo de lucro y a la Autoridad Portuaria de Valencia para el inicio de la licitación". "Otrora cuestión es valorar  la presentación de demanda en vía civil frente a la denegación a la petición de la tercera prórroga por el ayuntamiento".

Como ha informado este diario, el Ayuntamiento de València quiere recuperar la propiedad de los cuatro restaurantes de la cubierta del Veles e Vents, cuya concesión acabó el 4 de mayo. El ayuntamiento justificó la decisión de "no prorrogar la concesión porque se quiere apostar por otro modelo de ocio". "Esta zona se convierte en muchas ocasiones en una zona de botellón, con música que incumple la normativa de contaminación acústica", apuntaron en el ayuntamiento, que explora nuevos usos aún por definir para los locales, que a priori mantendrán el uso terciario.

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