El Cabanyal sale de la lista roja de Hispania Nostra
Carta abierta de Daniel Adell y Vicente Gallart, presidente y vicepresidente de la Asociación de Vecinos y Vecinas Cabanyal-Canyamelar

Panorámica del Cabanyal / GERMAN CABALLERO
Daniel Adell/Vicente Gallart
Desde la Asociación de Vecinos y Vecinas Cabanyal-Canyamelar, queremos trasladar nuestro más profundo y sentido agradecimiento por la labor trascendental y pionera que realizaron en su momento organizaciones como la World Monuments Fund, Hispania Nostra y Europa Nostra, que desempeñaron en defensa del patrimonio cultural, histórico y social de nuestro querido barrio. Durante muchos años, nuestro barrio ha sido escenario de una dura y prolongada lucha ciudadana frente al proyecto de prolongación de la avenida Blasco Ibáñez, una intervención urbanística que, de haberse llevado a cabo, habría supuesto la destrucción irreparable de una parte sustancial de la estructura urbana y del tejido social de nuestro barrio. Esta amenaza ponía en grave riesgo un conjunto arquitectónico único de arquitectura modernista popular, reconocido y protegido como Bien de Interés Cultural, además de comprometer la memoria viva de generaciones de vecinas y vecinos.
Como bien recoge en su pagina web, la precursora inclusión de nuestro barrio en el World Monuments Watch de 2012 intensificó los llamamientos a su preservación. En abril de 2012, el barrio se añadió a la "Lista Roja del Patrimonio" de Hispania Nostra, destacando su condición de zona en peligro. Ese mismo año, la Audiencia Nacional de España confirmó la decisión del Ministerio de Cultura de 2009 de detener el proyecto de demolición, sentencia que posteriormente fue confirmada por el Tribunal Supremo en 2014.
La resiliencia del barrio, y la defensa que venían haciendo sus vecinos y vecinas a través de esta asociación de vecinos, pero de forma muy especial de la Plataforma Salvem el Cabanyal, se vio aún más reconocida cuando la iniciativa ciudadana "Archivo Vivo del Cabanyal" recibió el Premio de la Unión Europea al Patrimonio Cultural de Europa Nostra en 2013. Las iniciativas para celebrar y dar a conocer el patrimonio del barrio incluyeron el Día de la Vigilancia en 2012, donde defensores locales, residentes y líderes internacionales participaron en un recorrido a pie para apreciar el entorno construido de la zona y debatir estrategias de preservación. Estas acciones en curso buscaban paralizar los planes municipales de prolongar la avenida Blasco Ibañez a través del Cabanyal y rehabilitar el barrio sin comprometer su identidad histórica, ofreciendo esperanza para su supervivencia a largo plazo.
En ese contexto, el respaldo de la World Monuments Fund España resultó crucial y supuso un antes y un después: no sólo sirvió para denunciar internacionalmente la gravedad del problema, sino que otorgó una nueva dimensión y legitimidad a nuestra reivindicación, que hasta entonces había sido ignorada o despreciada por las instituciones competentes, de modo especial por las más próximas, las locales.
Gracias a su intervención, se generó una red de apoyo que trascendió las fronteras locales y nacionales, activando conciencias, sumando voces, incluidas las de las universidades valencianas y reforzando la determinación de quienes, desde dentro y fuera del barrio, luchábamos por conservar este valioso enclave urbano. Su compromiso con la defensa del patrimonio cultural, entendido como un bien común que debe ser protegido y transmitido a las futuras generaciones, fue y sigue siendo una fuente de inspiración y de aliento para nuestra comunidad.
Pues bien, 13 años después, queremos comunicar que Hispania Nostra, ha atendido nuestra petición de sacar el Conjunto del Barrio de Cabanyal-Canyamelar de la Lista Roja y su inclusión en la Lista Verde, lista que incluye los bienes que han sido retirados de la Lista Roja al desaparecer el riesgo que presentaban. Desde la Asociación de Vecinos, impulsores de la anterior iniciativa, entendemos que 13 años después, ya han desaparecido las circunstancias que motivaron su incorporación, especialmente en lo referido a las consecuencias que significaban los planes municipales de prolongación de la avenida Blasco Ibáñez a través de nuestro barrio.
Aunque de forma generalizada las agresiones municipales sobre sus valores patrimoniales han desaparecido del horizonte de nuestro barrio, los problemas y amenazas sobre los Conjuntos Históricos nunca llegan a desaparecer, y en estos momentos hemos pasado de la degradación, abandono municipal y destrucción programada, a la gentrificación que ha producido su regeneración y riesgo de turistificación, protagonizado por la aparición descontrolada del fenómeno de las viviendas turísticas, en un porcentaje altísimo ilegales, que afecta al conjunto de la ciudad de València, pero de forma muy especial a su Conjunto Histórico Protegido, del cual formamos parte.
Desde esta Asociación de Vecinos confiamos que esta nueva amenaza que acecha a muchos de los Centros Históricos del mundo, pase también a ser objeto de estudio, vigilancia, preocupación y denuncia, por parte de todas estas organizaciones preocupadas por la preservación del patrimonio cultural. Una amenaza que pone sobre todo en riesgo la preservación de los rasgos de su identidad, generando presiones sobre el mercado inmobiliario, expulsando especialmente a familias de rentas bajas que llevan décadas viviendo en ellos, y que ya está empezando a convertir algunos Centros Históricos en Parques Temáticos para turistas. Desde esta Asociación de Vecinos queremos aprovechar esta oportunidad para poner en su conocimiento nuestra exigencia de una estricta regulación y limitación de los apartamentos turísticos, que hagan del turismo una actividad económica sostenible, con un control eficaz y seguimiento de dicha regulación que impida su proliferación, clausurando todos aquellos que son ilegales, y favoreciendo que dichos alojamientos turísticos ilegales se conviertan en viviendas para los residentes.
Por todo ello, queremos expresar nuestro más sincero reconocimiento a todas estas organizaciones, y en este momento particular a Hispania Nostra, no sólo por la ayuda prestada en un momento tan crítico para nosotros, sino por su constante y generosa implicación en la promoción y protección del patrimonio en peligro. La historia del Cabanyal no puede entenderse sin mencionar el papel que han jugado estas organizaciones, en apoyo de los colectivos ciudadanos que desde el primer día se pusieron al frente de la denuncia, como fue el caso de la Plataforma Salvem el Cabanyal y esta Asociación de Vecinos. Aprovechamos también para reiterar nuestra voluntad de mantener abiertos los canales de colaboración y continuar trabajando conjuntamente por la conservación activa y participativa del patrimonio, con el firme convencimiento de que la cultura y la memoria compartida son pilares fundamentales para construir ciudades más justas, inclusivas y humanas.
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