Nuevo hotel en un edificio que se salvó de los derribos en el Cabanyal

El futuro apartahotel es uno de los 50 inmuebles afectados por los planes de prolongación de la avenida Blasco Ibáñez y la apertura del Bulevar San Pedro. Quince años después, el edificio contribuirá a engrosar la enorme oferta turística de la zona

Conceden una licencia hotelera a un edificio del Cabanyal que se salvó in extremis de los derribos de Rita Barberá

J.M. López

Claudio Moreno

Claudio Moreno

València

El Ayuntamiento de València ha dado luz verde a un nuevo apartahotel en el número 61 de la calle San Pedro, en el barrio del Cabanyal. El proyecto de la mercantil Bac Kabanyal SL estará formado por seis apartamentos turísticos con doce plazas de alojamiento, repartidas en planta baja y dos alturas. Dentro de las obras de rehabilitación del edificio, parcialmente protegido, se realizarán demoliciones en dos cuerpos situados en la terraza de la segunda planta. Además, la promotora redistribuirá las particiones interiores, sustituirá las carpinterías exteriores, recuperará las puertas de madera de la planta baja, pintará las fachadas e instalará un ascensor.

Estos trabajos no tendrían demasiado interés de no ser por la historia del edificio. Pertenece a lo que se llamó el Bulevar San Pedro, una operación que generó un gran enfrentamiento entre los vecinos de la zona. A los impares los tiraban de sus casas y se llegaron a poner en marcha mecanismos de expropiación. Algunos edificios se demolieron, como atestiguan los solares convertidos en aparcamientos ilegales que rodean al futuro apartahotel. Enfrente, los vecinos de los números pares mantendrían sus viviendas con un paseo ajardinado delante. Este plan rompió muchas amistades vecinales. 

El futuro hotel del Cabanyal

El futuro hotel del Cabanyal / J.M. López

Los derribos para prolongar la avenida de Blasco Ibáñez y abrir el citado Bulevar San Pedro arrancaron en 2009. El plan de Rita Barberá preveía tumbar 50 bloques. Entre ellos estaba el número 61. En enero de 2010 el juzgado de los contencioso administrativo número 4 de València estimó cautelarmente la suspensión de la ejecución de las licencias de derribo de seis inmuebles, entre ellos el futuro hotel. Y en febrero de ese mismo año el Constitucional paralizó el decreto ley del Consell que pretendía partir el barrio en dos. 

El edificio de la calle San Pedro 61

El edificio de la calle San Pedro 61 / J.M. López

15 años después, la zona cero del Cabanyal se está vendiendo a trozos. Un laboratorio de la gentrificación. Los precios en las subastas de los inmuebles del Plan Cabanyal están disparados, los extranjeros acaparan la compra de vivienda y las calles que sufrieron los derribos acumulan decenas de apartamentos turísticos. Algo que en la asociación vecinal del barrio llevan meses denunciando. 

Malestar vecinal

“No se entiende que sigan dando licencias de apartamentos turísticos, cuando con la aplicación de la futura ordenanza, prácticamente el 100% de las plazas turísticas que significan la suma de los hoteles, hostales y pensiones que ya están funcionando en estos momentos –sin tener en cuenta los que están en obras, como el Hilton– sobrepasan el 100% del 8% que se plantea”, señalan en la asociación. “Los vecinos no hacemos distinción entre lo que no tiene distinción: apartamento turístico en edificio, en bajo, en comunidad o lo que sea. Vivienda turística es vivienda turística que no se dedica al drama de los vecinos de València para encontrar un lugar donde vivir”, reflexionan. 

La aplicación de la ordenanza debería significar el cierre de los más de 600 apartamentos turísticos que dice el INE que hay en el Cabanyal”

“Están haciendo cada vez una bola más gruesa, ¿o es que no piensan cerrar los ilegales y los que incluso siendo "legales", porque tengan licencia, excedan el porcentaje de saturación? La aplicación de esa ordenanza debería significar el cierre de los más de 600 apartamentos turísticos que dice el INE que hay en el Cabanyal”, insisten las mismas fuentes. 

Vicente Gallart, integrante de la asociación vecinal y antiguo gerente del Plan Cabanyal, hace un paralelismo con los días del Bulevar San Pedro. “Entonces se derribaron muchos edificios, algunos emblemáticos como la Casa de la Palmera. Después resultó que todo eso era ilegal, pero el mal estaba hecho. ¿Volverá a ocurrir lo mismo con la aplicación de la ordenanza?”, se pregunta. 

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